Los asesinatos han colapsado las páginas y minutos de los medios de comunicación este verano, y muy especialmente en agosto. Los crímenes de Cuenca, Serra, la Vila Joiosa, Moraña o el de la mujer de Toledo que degolló a su bebé en la capilla de un cementerio, han sido y estan siendo muy sonados entre la opinión pública.
Pero no han sido los únicos y la gran mayoría se trata de asesinatos machistas, llevados a cabo contra las parejas sentimentales directamente, o contra los hijos como venganza o utilizándolos para causar más dolor. En algunos casos, como el del doble asesinato de Laura y Marina, y el filicidio de Moraña las investigaciones apuntan a una clara y fría preparación, al igual que en Serra, en el caso de que se confirmen todas las sospechas de los investigadores.
Crímenes en Vinaròs y la Vila Entre los crímenes más recordados de junio se encuentran dos ocurridos en la Comunitat Valenciana. En la tarde del domingo 28 de junio, los bomberos acudieron hasta una vivienda situada en Vinaròs para apagar un incendio. Lo que no esperaban era encontrar dentro a una mujer sin vida, y aún menos, como reveló poco después la autopsia, que había sido asesinada de varias puñaladas varios días antes.
La pareja de la víctima se negó a colaborar con los agentes por lo que estos comenzaron a sospechar y le detuvieron como presunto autor de la muerte. Pero finalmente los investigadores acabaron deteniendo al hijo de la mujer, un chico de 20 años, quien reconoció haber asesinado a su madre y haber quemado la casa para eliminar pruebas, si bien no trascendió el móvil del crimen. El joven ingresó en prisión y el hombre fue puesto en libertad sin cargos. Tan sólo un par de días después de este crimen, la Comunitat se quedó helada ante el triple asesinato de la Vila Joiosa, el cual también parecía al principio una muerte accidental tras una explosión e incendio en una casa de campo. El asesino, en trámites de separación, cerró las puertas y mató brutalmente a su madre de 66 años, a su hijo de ocho y a su hijastra de 14 para luego suicidarse rociando la casa con gasolina y abriendo una bombona de gas. La casa ardió con todos ellos dentro. El asesino había escrito en una carta sus intenciones homicidas.
Julio fue un mes especialmente marcado por la tragedia. Los asesinatos machistas se fueron sucediendo de forma rápida y con casos como el de Moraña, del cual trascendieron detalles que mostraron la versión más brutal y calculadora del odio machista.
Julio comenzó con un doble asesinato en Arbo (Pontevedra), donde un hombre fue detenido por matar a su expareja y su novio con un arma de fuego. Tan sólo tres días después en Pravia, un hombre de 65 años degollaba a su mujer y después se suicidaba. Le siguieron más asesinatos con móvil machista en Arganda del Rey, La Palma, Mollina (Málaga) y Sant Jordi (Mallorca).
En Moraña (Pontevedra) David Oubel cometió una salvaje asesinato que según todas las informaciones tenían como objetivo causar el mayor dolor posible a su exmujer, de quien se había separado.
Oubel había disfrutado durante unos días de la compañía de sus hijas, Candela, de nueve años, y Amaia, de cuatro. Al día siguiente debía entregárselas a su madre. Sin embargo las llevó a casa y tras poner música a todo volumen acabó con la corta de la vida de sus hijas empleando una sierra radial que al parecer había comprado para cometer los asesinatos. El asesino simuló un intento de suicidio y llamó a la Guardia Civil para avisar del crimen, pero también a su exmujer con el mismo propósito. La mujer se desmayó en plena calle.
También a finales de julio ocurrió un misterioso incendio en Serra en casa de la exconcejala de EU, Dolores Moya. Como avanzó este diario en su momento, las pesquisas fueron acorralando a su marido, Marcos Cabo, quien según loa investigadores habría rociado combustible sobre la víctima y habría prendido fuego a la casa. El viernes pasado fue enviado a prisión y tan sólo 48 horas después apareció ahorcado en su celda en Picassent.
«Tengo el demonio dentro»
El miércoles una mujer asesinó en un municipio de Toledo a su bebé de tres meses en la capilla del cementerio con un cuchillo. La filicida gritaba que tenía «el demonio dentro» y al parecer había estado días atrás ingresada en un centro psiquiátrico. Asimismo, en Rubí (Barcelona), un joven de 17 años degolló a su madre de 55 años. Tras cometer el crimen, el chicó durmió en el piso se fue por la mañana a la playa y al volver a la vivienda llamó a los Mossos d'Esquadra para confesar el crimen.
También en Cataluña, concretamente en Castelldefels se dieron sendos crímenes. En el primero, un hombre disparó a sus hijos y a su mujer y se suicidó con el mismo arma. El autor nunca había sido denunciado por malos tratos. Días después un hombre mató a puñaladas a su pareja en plena calle del mismo municipio.
El último crimen ha sido el doble asesinato de Laura del Hoyo y Marina Okarynska en Cuenca, por el cual se ha detenido al exnovio de la última, Sergio Morate, como presunto autor.
Desde junio y hasta hoy se han registrado 11 asesinatos machistas, lo que eleva el número de crímenes hasta los 24, si bien hay siete en investigación, entre ellos los de Orba, en Alicante, Serra, Castelldefels y Cuenca.
