La murta está en la esencia de las fiestas valencianas. No hay procesión que se precie que no tapice sus calles con este arbusto aromático que, pese a su innata presencia en casi todos los festejos, cada vez es menos accesible en el medio natural. Y es que se trata de una especie autóctona protegida que, en la última década, ha obligado a las comisiones festivas a echar mano de plantones y viveros para poder continuar con la costumbre de forrar el suelo que pisan los desfiles procesionales con la tradicional «entrà de la murta».
Cada verano los municipios de l´Horta y de otras muchas localidades de las comarcas valencianas se rompen la cabeza para conseguir murta suficiente como para alfombrar sus calles; sin embargo, nunca obtienen la bastante como para crear el espeso tapiz verde que antaño revestía el suelo en el día grande de sus fiestas. De hecho, hoy en día hay que racionar las ramas de arrayán por todo el recorrido de cada procesión para que, así, su característico aroma pueda estar presente en todo el itinerario. Y, a pesar de que año tras año sucede lo mismo, la situación no cambia.
Silla está dispuesta, no obstante, a modificar esta circunstancia y recuperar de una vez por todas las tradición. ¿Cómo? Con murta propia plantada ex profeso para las fiestas estivales. La propuesta surgió este mismo mes desde la Penya Caixaes, uno de cuyos integrantes planteó al concejal de Silla En Democracia, Salvador Mestre, la posibilidad de sembrar el arbusto en diferentes puntos del municipio tras participar en «l´enramà de la murta», previa a la procesión de Cristo.
El edil transmitió la idea al regidor de Parques y Jardines, Josep Melero, quien enseguida la aceptó con gusto. «Está bien pensado „admite„ porque se trata de un arbusto mediterráneo que siempre está verde y no exige muchos cuidados y que, encima, puede sernos muy útil en fiestas».
Por eso, el concejal ya ha anunciado que en breve sembrará esta especie (así como romero y otras plantas autóctonas similares) «en algunas rotondas, jardines como el de Les Eres, medianeras y en los arriates de las calles». El objetivo «es que haya siempre para las procesiones y así se pueda recuperar el tapiz que antiguamente cubría el itinerario como una alfombra», añade Melero, pero que, al mismo tiempo, «luzca en las zonas verdes de Silla» que hoy en día están más desamparadas.
«Hay algunos espacios que había que arreglar con urgencia porque la vegetación que se plantó en su momento se marchitó y murió „explica el regidor de Compromís„, así que pensé que lo mejor era poner plantas que no exigieran muchos cuidados ni mucho riego para que tampoco costase una fortuna mantenerlas. Y la murta es una especie perfecta para eso», destaca, porque siempre está verde, tiene propiedades aromáticas, se trata de un arbusto propio del Mediterráneo y se ha convertido en una seña de identidad popular como pocas otras.
