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Autoempleo juvenil

El audiovisual se busca la vida

En la Comunitat Valenciana han nacido pequeñas productoras creadas por jóvenes profesionales, la verdadera cantera del sector

El audiovisual se busca la vida

Muerto o emigrado. Así es como algunas personas califican la actual situación del audiovisual valenciano. Si el cierre de RTVV supuso un mazazo para este sector, también es cierto que está reviviendo con multitud de pequeños proyectos que han visto en el contexto valenciano y en Internet una vía para desarrollar sus ideas. El perfil es de jóvenes que estudiaron en las universidades de la Comunitat Valenciana, y que han decidido quedarse y probar suerte.

Que un vídeo sea «diferente, memorable y se recuerde». Con este objetivo trabajan desde la productora Granissat, que nació a finales de septiembre de 2011 con el cortometraje «Atrapados en azul».

Ahora son Lluís Campello, Isa Viso, Pablo Plaza, Josep Olmos y Magaly Zafra, pero han sido más miembros. Lluís explica que algunas personas «se desmotivaron» y otras encontraron un trabajo. Y es que, Granissat aún no les da para vivir, por lo que sus integrantes compatibilizan el proyecto con pequeños trabajos individuales.

Lo que más les ocupa son los videoclips de grupos valencianos. Afirman que están «contentos» con la acogida, y que «sabe muy bien» que un vídeo «dé la vuelta al mundo y gente que no es amiga nos felicite». Además, Lluís explica que no tienen trabajo diario, pero cuando hay le pueden dedicar 14 horas en un día. «Valoramos las personas que conocemos y las localizaciones que descubrimos cuando grabamos». Desde Granissat tienen la sensación de «ir creciendo, con un salto de calidad importante» en cada proyecto, en cada «una aventura».

Para Lluís es cuestión de voluntad política revivir el audiovisual valenciano: «Aquí tenemos gente válida, localizaciones y buen clima; hay que venderse mejor», zanja.

Vicent Ibáñez explica que estudió Comunicación Audiovisual porque quería trabajar en los medios públicos; «veía lo que se hacía, y pensaba que podía hacerse diferente». Vicent forma parte de Diapasó, junto a Enric Domínguez y Alberto Sancho. Los tres han creado esta agencia de comunicación corporativa, que ahora cumple un año.

«Esperas que te contraten y tener una seguridad laboral», explica Enric, pero ante la situación actual cambiaron de idea. Estos jóvenes aseguran que lo más difícil es que nadie enseña a empezar un proyecto, y califican emprender como «saltar al vacío e intentar no pegársela».

Ahora llevan la comunicación de pymes y crean webs y anuncios.

Destacan que en su día a día tienen que hacer mucha pedagogía, porque la gente «no entiende que tiene que pagar por lo que hacemos, y no se fían de las tecnologías, van a mínimos» , a pesar de que en ello les va la imagen de su negocio, relata Alberto. «A veces acabamos perdiendo dinero para que salga mejor», añaden. Además, uno de sus principales problemas es que en ocasiones se tarda en cobrar.

Hace dos años Javi Rumí, Marina Sanjuan y Alicia Medina constituyeron Diodo Media, que surgió de juntar dos proyectos personales. «No teníamos nada que perder, así que decidimos probar suerte», explica Marina.

Empezaron con pequeños trabajos, como vídeos de eventos, y talleres de cine y TV para niños, hasta que decidieron dar el paso a «proyectos más ambiciosos», y de ahí nació «La puerta azul». Se trata de un documental sobre el Centro de Internamiento de Extranjeros de Valencia (CIE), que actualmente se está proyectando en festivales. «El CIE está en pleno centro, pero ves un muro y no se sabe qué es», explican desde Diodo, y añaden que el objetivo de este trabajo es «llevar al debate público esta realidad».

Entre las dificultades que han encontrado coinciden con Diapasó: «te lanzas a la piscina porque tienes una idea, pero no sabes gestionar empresas». Diodo apuesta por un modelo de negocio «muy realista», sin endeudarse, pero tienen unos gastos fijos (la cuota de autónomos, que les parece excesiva) y unos ingresos variables cada mes.

Afirman que verse «forzados a emprender» saca lo mejor de ellos mismos, pero también ha fragmentado el panorama audiovisual.

Otro caso es el de Tresdeu Media, que nace de la fusión de la revista Tresdeu y Graphic Records. Lo que empezó «por militancia» en un blog dedicado a música valenciana ha acabado en una agencia creativa, que además de la revista digital, también elabora vídeos musicales y una publicación sobre festivales. Además, pronto lanzarán Tresdeu TV, dirigido a un público joven.

«Nuestra inversión son las horas y las ganas que ponemos», explica Òscar Piera, y añade que van «hacia un proyecto viable». No obstante afirman que la gente «considera antes el precio a la calidad, lo que mata al sector». Además de Òscar, en Tresdeu Media también están Pau Berga y Mario Sancho, que trabajan para «sacar un producto con la máxima calidad».

Estos son solo cuatro ejemplos de los muchos proyectos creados por jóvenes valencianos en los últimos años. Y es que, con una tasa de paro juvenil que supera el 50 %, la cantera del audiovisual valenciano no baja los brazos, y se busca la vida.

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