El nuevo gobierno municipal, integrado por Compromís, Partido Socialista y València en Comú, ha despojado a la Processó Cívica de los elementos religiosos. A cambio, la concejalía de Cultura Popular y Fiestas ha impulsado la petición para declarar el festivo desfile como Bien de Interés Inmaterial Cultural (BIC). Iniciativa que comparten todos los grupos municipales, aunque con serias discrepancias en el contenido que vaya a conformar el expediente que se remita a la Conselleria de Cultura. El Partido Popular ya ha mostrado su negativa a que el Te Deum desaparezca, por lo que condiciona su apoyo a la recuperación del mismo. «De lo contrario no lo respaldaremos», advierte Alfonso Novo, portavoz del grupo municipal popular.
La modificación del itinerario, con la eliminación de la misa de Acción de Gracias, supone para Novo un «ataque obsceno a nuestras tradiciones y símbolos». Novo defiende que la introducción del Te Deum por parte de Rita Barberá fue un acierto histórico del que sentirse «muy orgullosos». «Forma parte de la simbología. Lo que hacíamos hasta ahora era lo más parecido a la realidad», incide. «Hay que respetar ese itinerario y tratar de que ese sea un día para la satisfacción y la reafirmación del pueblo valenciano con concordia y tranquilidad», señala Novo. El portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, también ha condicionado su espaldarazo a un contenido «consensuado» por todo el hemiciclo, dada la trascendencia histórica y social de una fiesta que entienden «ha de servir para la cohesión».
A nadie se le escapa que la consideración de BIC obligaría a respetar los elementos integradores del mismo, preservándolo de los cambios políticos. De ahí la cautela „ cuando no la desconfianza de unos y otros„, pues tal figura jurídica implica considerarlo como «un bien de valor excepcional» al que blindar y preservar.
