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Música

"Valencia" conquista también el fútbol

Último «hito» del popular tema de Padilla: suena en el tema central del musical por los 111 años del Schalke 04

"Valencia" conquista también el fútbol

­«Valencia! / Hei was haben Diese Jungens uns das Leben schwer gemacht. / Valencia! / Erste Halbzeit an den Rand der Niederlage uns gebracht». ¿A qué parece raro? Pónganle la melodía de la popular canción de José Padilla, aquello de «es la tierra de las flores, de la luz y del amor», y les sonará más cercano. Es el último logro de uno de los temas musicales más universales. Desde el pasado 11 de septiembre suena en el Veltins Arena, el estadio del equipo de fútbol Schalke 04, dentro del musical con el que han querido conmemorar los 111 años „los mineros de Gelsenkirchen siempre han sido diferentes„ del club.

¿Por qué Valencia en un musical pop-rock para honrar al Schalke 04? Tiene una cierta explicación futbolera. El renacimiento europeo del equipo alemán se sitúa en la temporada 1996/97, cuando ganó la Copa de la UEFA (hoy Europa League) al Inter de Milán en la final. Aquella aventura había empezado frente al Valencia CF, primer equipo al que eliminaron en la competición.

Así se explica, de alguna manera, que el solista y los coros del musical actual canten, con el sonsonete sabido, el estribillo: «Valencia / estos chicos nos dieron un momento bastante duro / Valencia / en la primera mitad nos pusieron al borde de la derrota», en traducción libre de los versos citados arriba. Ojo, que no se refieren al partido con el Valencia, sino a otros equipos, como el Brujas, que los alemanes se fueron cruzando en su camino.

Los creadores del musical podían haber utilizado canciones italianas (por el Inter) o alguna del belga Jacques Brel, pero optaron por la de Padilla. Dice algo. El musical se ofrece en el estadio en diversas representaciones hasta principios de 2016.

El hecho evidencia la popularidad de una música casi centenaria e internacional: se estrenó en París el 11 de noviembre de 1925. Un éxito desde el primer día, cuando se tuvo que repetir íntegramente la interpretación.

Las cifras son conocidas. José Padilla ganó, en un año, solo con los derechos de autor de Valencia, 25 millones de francos y vendió, también en un año, 22 millones de discos de la obra. Solo en París, en pocos días se distribuyó casi medio millón de copias.

Lo que no es tan conocido es el alcance diverso y, en ocasiones, extravagante de la marcha de un compositor que, paradójicamente, no es valenciano. Padilla (1889 - 1960) nació en Almería y vivió muchos años en París y Madrid.

Adolfo Bioy Casares es buen termómetro del éxito de Valencia. En La invención de Morel, el protagonista recuerda esta melodía y la de Té para dos (éxito de Broadway de 1925) cuando observa a Faustine.

Un dato más: la compañía de perfumes parisina Marqués de Elorza creó un perfume llamado Valencia en 1929 por el éxito de la melodía. Y cuando Jimmy Boyd creó hace unos años una gama de perfumes con nombres de ciudades españoles, en el de Valencia dijo haberse inspirado en la obra de Padilla.

Esta gustó tanto al magnate estadounidense de los cines Marcus Loew, que le puso el nombre a dos salas que inauguró en los años veinte con arquitectura y decoración española: una en Baltimore (1926), demolida en 1950, y otra en Queens (Nueva York), con 3.500 butacas y que hoy es un templo (religioso, no del celuloide). John Turturro se enamoró del cine en esta, bajo el rótulo de Valencia.

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