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Proyecto

De fábrica de hielo a tienda "delicatessen"

Un proyecto tutelado por la Escuela de Arquitectura propone reconvertir uno de los tres edificios del triángulo de oro del Cabanyal en escaparate de productos con D.O.

De fábrica de hielo a tienda "delicatessen"

Rehabilitar la fábrica de hielo del Cabanyal, ubicada en los números 43 y 45 de la calle Pescadores, y reconvertirla en una tienda «gourmet», escaparate de los distintos productos de las denominaciones de origen valencianas (D.O.), desde el níspero de Callosa d´En Sarrià hasta el vino de Utiel-Requena, pasando por la alcachofa de Benicarló. Esa es la idea que ha lanzado en su proyecto de fin de carrera Sigfrido Serra, arquitecto técnico e interiorista, quien ha realizado una meticulosa investigación, tanto del edificio como de su entorno.

La Lonja de pescadores, la «Casa dels bous» y la fábrica de hielo son todo un símbolo del barrio marinero. Un triángulo de oro patrimonial del Cabanyal que se ha salvado del derribo, pero no de la ruina porque el estudio realizado por Serra revela graves patologías y daños estructurales en la fábrica de hielo. La «casa dels bous» no está en mejor estado, pese a que recientemente se rehabilitó su fachada. La Lonja de pescadores es la que mejor se conserva, probablemente porque ha mantenido el uso residencial y aún hoy sigue habitada, si bien también requiere una reforma integral.

Según el estudio realizado por Sigfrido Serra, en colaboración con Mateo Climent, la fábrica de hielo urge una intervención de consolidación sobre todo de la cubierta de teja que presenta en una de las dos naves que forman el edificio importantes agujeros. Las naves, una de las cuales ha funcionado como taller hasta no hace mucho, presentan otras patologías, sobre todo humedades en la cimentación y grietas.

La propuesta de intervención de Sigfrido Serra plantea la restauración de las naves, recuperando las fachadas de ladrillo «caravista» y las cubiertas originales, eliminando el tejado añadido al patio que conecta ambas naves y restaurando elementos como las cerchas metálicas. El interior de las naves se resolvería con expositores a modo de «basquets», un elemento muy vinculado a la huerta, de madera de naranjo. El estudio de viabilidad económica realizado por Serra y Climent concluye que el mercado de productos «gourmet» de la fábrica de hielo sería un revulsivo para el barrio, en proceso de regeneración urbanística tras la derogación del plan urbanístico de la prolongación de Blasco Ibáñez, tanto para los propios vecinos como para los turistas, en especial, los cruceristas, dada la proximidad de la fábrica a la playa de la Malva-rosa, el paseo marítimo y la Marina Real Juan Carlos I.

Tanto la fábrica de hielo como la Lonja y la Casa «dels bous» están protegidos y son de titularidad privada. En concreto, pertenecen a la Marina Auxiliante, una de las cofradías de pescadores más importantes del barrio junto con el Progreso Pescador. La primera, aglutinaba a los patronos de barco y la segunda, a los marineros de base. Ambas cofradías dejaron huella en el barrio construyendo distintos edificios como la Lonja del pescado, la casa «dels bous», la fábrica de hielo o la caseta de teñidores con la finalidad de facilitar las labores del mundo de la pesca. Los edificios que han sobrevivido, en parte debido al conflicto social generado por el plan de la prolongación de Blasco Ibáñez, han sufrido importantes transformaciones pero aún mantienen su esencia.

La Casa «dels bous» (1897) que conocemos en la actualidad no fue la primera que albergó a los bueyes encargados de botar y varar las barcas pesqueras. La primera estaba situada en la actual calle Cura Planells pero el avance de la playa progresivo en la medida que se hacían las obras del puerto, iniciadas en 1792, aconsejo trasladar la Casa «dels Bous» más cerca del mar.

La lonja de la Marina Auxiliante, construida unos años más tarde que la casa «dels bous», justo enfrente de ésta, dejó de vender pescado antes de la Guerra Civil y en la actualidad su uso es residencial. Se trata de un edificio austero y racional de ladrillo rojo formado por un patio central rectangular donde se vendía el pescado entorno al cual se construyeron 40 viviendas para los pescadores, que ahora ocupan sus herederos.

La fábrica de hielo se construyó frente a la Casa «dels Bous» en 1925 para producir el hielo que refrigeraba el pescado en las barcas y en la lonja.

El futuro de estos tres edificios depende del nuevo plan urbanístico que tiene que redactar el Ayuntamiento de Valencia en el que se determinarán los nuevos usos, que, a priori, se perfilan de carácter cultural al menos para la Casa «dels bous», cuyos propietarios ya han trasladado al Plan Cabanyal su voluntad de vender el inmueble siempre que se ofrezca un precio razonable. Para la Lonja se está buscando una solución «híbrida» donde se pueda mantener el uso residencial actual y hacerlo compatible con el cultural o expositivo en e patio central.

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