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Una lacra que renace entre los más jóvenes

Primeros pasos de un maltratador

El germen de la lacra machista aumenta entre los jóvenes un 25 por ciento en un año, según la Fundación Anar

Primeros pasos de un maltratador

Beatriz, de 16 años, acaba de dejar a su novio tras siete meses de relación porque «era demasiado posesivo. Me controlaba en todo. Un día fui de compras con mi abuela y, como no se creía que iba con ella, me hizo ponérsela al teléfono para comprobarlo. Otro día me hizo devolver una falda porque según él era muy corta. Al final era insoportable». La insoportable experiencia de Beatriz la sufren miles de adolescentes que, pese a los avances en igualdad, siguen aguantando malos tratos psicológicos o incluso físicos de sus parejas sin ser conscientes, en muchas ocasiones, del problema. En teoría los adolescentes rechazan de plano el maltrato y la violencia, pero en la práctica, los viejos roles machistas siguen perviviendo, así como la falsa concepción romántica que justifica el control excesivo y los celos por «amor».

Todos los indicadores constatan un aumento de la violencia machista con víctimas menores de edad, una cuestión muy preocupante dada la virulencia del maltrato que este año se ha cobrado ya la vida de once mujeres en la Comunitat Valenciana, y no se percibe un retroceso de esta lacra sino que las víctimas son cada vez más jóvenes. Así se constata en las oficinas de ayuda a las víctimas del maltrato que en 2012 en la Comunitat atendieron a un centenar de chicas y en 2014 a más del doble, unas 70 de ellas en la provincia de Alicante.

«Es alarmante el retroceso que estamos experimentando», indica la técnica de Igualdad de la Diputación de Alicante Paloma Jerez Pomares, para quien «la reproducción de roles y estereotipos de género entre nuestros chicos y chicas es increíble. Parece que estemos ante una “involución” y que lo que creíamos ya superado, resulta que no es así».

Un informe de la Universidad Complutense de Madrid de 2012 evidenciaba lo preocupante de la situación: un 11% de los chicos admitía haber insultado, humillado o agredido a sus parejas, y entre las chicas, el 12% confesaron haberse sentido obligadas a mantener conductas sexuales no deseadas, un 10% se sintieron aisladas de sus amistades por imposición de su pareja, un 6% recibía insultos con frecuencia y un 4% confesaba que su pareja les había pegado.

Desde la Fundación Anar de Ayuda a Niños y Adolescentes en riesgo se ha detectado un incremento en las llamadas de menores por violencia machista de un 24,4% en 2014, «y este año sigue en aumento», tal como señala Diana Diez, psicóloga y subdirectora de Anar, quien indica que el aumento se viene detectando desde hace seis años de forma consecutiva con un 18,7% de casos con niñas de 12 a 14 años como víctimas de sus parejas.

«El 51,1% de las chicas que son víctimas de violencia psicológica y de control, que a veces es absolutamente voraz por parte de sus parejas, no son conscientes de ser víctimas», señala Diana Díaz. «Identifican como problema lo que es la agresión física, pero cuando es psicológica disculpan los celos, el control o las amenazas como pruebas de amor, no como algo negativo, y así, es difícil de resolver, por eso muchas veces los que buscan una solución son amigas de la víctima o familiares que lo ven desde fuera».

Dominio, chantaje y «sexting»

La forma más habitual de malos tratos entre los jóvenes es el dominio psicológico. «Las presionan pidiéndoles pruebas, si dicen que están viendo la televisión quieren saber qué y en qué canal o les obligan a tirar de la cadena para comprobarlo si ella dice que está en el baño», indican desde Anar. El control es típico de este tipo de violencia así como los celos, los intentos de aislar a la pareja de sus amistades y el chantaje. Los insultos, las burlas y la agresividad son frecuentes y, en los casos más graves, se llega a los golpes.

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