Erróneamente se tiende a ubicar el Pabellón Municipal de la Font de Sant Lluís en el barrio del mismo nombre. Un vistazo al mapa de los distritos de Valencia corta de raíz cualquier duda. La Fonteta cae en la demarcación de Na Rovella. Consciente de la necesaria implicación del capital privado donde las maltrechas arcas públicas no llegan, el empresario Juan Roig apostó por financiar la construcción de l´Alqueria del Basket. La iniciativa supondrá un importante espaldarazo para un espacio del extrarradio de la ciudad donde el estallido de la burbuja inmobiliaria ha hecho estragos. Las cicatrices del fracasado PAI de Quatre Carreres, que iba a permitir el despegue urbanístico de la barriada, son palpables unos metros más allá de la concurrida Avenida Hermanos Maristas. Solares por urbanizar, malezas por doquier y viales cerrados configuran un paisaje que tiene por fondo el imponente telón de fondo de la Ciutat de les Arts i les Ciències. Retrato esclarecedor de tiempos pasados que cabría no olvidar, ni repetir. «L´Alqueria del Basket revitalizará este barrio, revalorizará la zona y también las viviendas», defiende Francisco Raga, vicepresidente y director general del Valencia BC.
Aunque Raga no es vecino de esta zona, pasa la mayor parte del día en las oficinas del club, en la Avenida Hermanos Maristas. Sabe de lo que habla, pues. A nadie se le escapa que l´Alqueria del Basket servirá para adecentar unos terrenos „ a pocos metros del centro comercial El Saler„, y darles una segunda oportunidad. El Ayuntamiento de Valencia, tras varios años de bloqueo y ante los problemas económicos de los agentes urbanizadores, decidió el verano pasado resolver la adjudicación y liquidar con las empresas adjudicatarias los proyectos pendientes de esta zona. Un ejemplo, la Ciudad del Rugby,ejecutada en su mayor parte pero que todavía tiene pendientes de resolver los accesos y algunas instalaciones complementarias.
La incipiente urbanización de Na Rovella quedó cortada de raiz por la crisis y lo que estaba llamado a ser un espacio emergente acabaría siendo pasto del expolio y los robos, especialmente de farolas y cableado. Botellón, ruido, suciedad y altercados completan un panorama desalentador para los vecinos, que han recibido «con los brazos abiertos» la prometedora apuesta de la Fundación Valencia Basket 2000.
El nuevo equipo de gobierno debería ahora abrir calles, acabar aceras y ajardinar con los dos millones rescatados de las fianzas depositadas por las adjudicatarias fallidas. De momento, las máquinas trabajan desde hace semanas en las parcelas situadas en la parte posterior del pabellón, nivelando el suelo y perforando cimientos. L'Alqueria del Basket tendrá una superficie aproximada de 14.800 metros cuadrados e incluirá trece pistas de baloncesto, nueve de ellas cubiertas, e infraestructuras como vestuarios y gimnasios.
Raga recuerda que la inversión oscilará «entre los 15 y 18 millones de euros». El acuerdo contempla que la Fundación de Juan Roig correrá con todos los costes de construcción y mantenimiento de la instalación durante los cincuenta años de la concesión de los terrenos por parte del Ayuntamiento de Valencia. Na Rovella empieza, por fin, a despertar de su letargo.
