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Toque manual

Un "campaner" de 16 años

Pau Martínez nació y creció frente a la iglesia de Puçol y ahora ha devuelto el toque tradicional a sus campanas

Un "campaner" de 16 años

Pau tiene 16 años, aficiones parecidas a las de cualquier persona de su edad y alguna particularidad. El pasado 24 de diciembre, a las once y media de la mañana, se subió al campanario de la iglesia de los Santos Juanes de Puçol, donde le esperaban María, Putxera, Saguntina, Marinera y Burlana. Las cinco pueden mostrarse alegres o tristes, según la manera en la que Pau las toque, y él siempre suele hacerlo con delicadeza pero también con decisión.

Hasta que el joven Pau llegó, hacía 50 años que nadie tocaba las campanas de la iglesia de Puçol. Como en tantos otros campanarios, la comodidad de la tecnología relegó la pericia manual de los campaneros. Pero en los últimos meses, en celebraciones especiales, los sonidos son distintos, las melodías también y la tecnología cae derrotada, aunque sea de forma eventual y pírrica, por la tradición.

Pau Martínez nació en Puçol y creció escuchando los sonidos que provenían del campanario de su pueblo. No en vano, vivía justo en frente de la iglesia. «Todos los días escuchaba el Ave María, las horas, las fiestas...». A los 5 o 6 años, y después de que su padre le pidiera permiso al cura, subió por primera vez a lo alto de la torre y los 14 años, por mediación de un amigo de su familia empezó a moverse en el mundillo de los «campaners» valencianos hasta lograr arrimarse al mítico Francesc Llop, antropólogo y campanero de la Catedral de Valencia, con quien ha compartido repiques y volteos en el mismísimo Micalet.

«Estos no se puede ensayar en casa, así que hay que mirar mucho a los demás. Mirando a Francesc aprendí a controlar las cuerdas y la responsabilidad que supone manipular una pieza de bronce que puede pesar hasta mil kilos», señala Pau, que asegura sentirse como un músico, pero de instrumentos «históricos». En todo caso, un músico más de rock que de música clásica: «a mí lo que más me gusta es voltear las campanas, me gusta la fiesta».

Su debut como «campaner» de los Santos Juanes de Puçol tuvo lugar en las pasadas fiestas de septiembre, acompañado de su homólogo en Massamagrell, Felipe Tomás. También volvió en octubre, en la Purísima y en la mañana del pasado 24 de diciembre. En esta ocasión Pau estuvo acompañado por Joan Alepuz, también campaner y estudiante de Historia del Arte, y ambos interpretaron primero un coro con la María „es decir, voltearon la campana mayor con las manos„, para anunciar la llegada de la Navidad. A continuación, el repique de las otras cuatro campanas, haciendo percutir el badajo en el bronce de forma manual.

Una actuación que fue seguida en directo por el sacerdote Ismael Ortiz y por Raúl Bendicho, un chaval de ocho años que viene apuntando la misma afición que Pau. También acudieron campaneros de los pueblos vecinos que acudieron a prestarles su apoyo y un grupo de vecinos que aceptó la invitación de los campaneros tradicionales para seguir en directo su concierto.

«Cada vez que toco las campanas se me ponen los pelos de punta „explicaba Pau tras su actuación„. Es una mezcla de ilusión, de emoción y también de poder, como si pudieras decir: esta campana, que tiene cientos de años y pesa mil kilos.

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