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Investigación de la UV

El incendio que cambió Valencia en el siglo XV

Se desconoce si el fuego se originó en una carpintería o en el patíbulo donde ese mismo día se había ejecutado a la esposa de un antiguo jurado de la ciudad

El incendio que cambió Valencia en el siglo XV

­Eran las nueve de la noche del 16 de marzo de 1447 cuando en una carpintería próxima al Mercado Central una pequeña llama acababa convirtiéndose en uno de los incendios más pavorosos que ha sufrido Valencia y que a la postre habría de cambiar el entramado urbano de la ciudad para siempre. Esta es la teoría más plausible que se desprende de una investigación de los profesores de la Universitat de València Carmel Ferragud y Juan Vicente García Marsilla, que han investigado las consecuencias económicas y urbanísticas del incendio que en el siglo XV provocó la desaparición de parte del trazado islámico de la ciudad y la reordenación urbana posterior.

El trabajo, titulado «The great fire of medieval Valencia (1447)» y publicado en la revista «Urban History» de la Universidad de Cambridge, relata que el incendio tuvo que ver con uno de los crímenes más conocidos de la historia de Valencia. La mujer de Genís Ferrer, que había sido jurado de la ciudad, hizo matar a un agricultor que poseía tierras que lindaban con los de la mujer. Los criados que envió a hacerlo, según cuenta el erudito Orellana, asesinaron al agricultor, pero también a su mujer y a sus dos hijos varones, lanzándoles a un pozo. Cuando en la ciudad se tuvo constancia del crimen „cuenta la leyenda que por un perro que insistió en llevar las autoridades hasta la propiedad del difunto labrador„, se apresó a la mujer de Ginés Ferrer y fue ahorcada el 17 de marzo de 1447. Ni siquiera la investigación de Ferragud y García Marsilla puede asegurar al 100 % que no fuera un despechado Ginés Ferrer el que prendiera fuego al patíbulo y provocara el incendio.

Sea como fuere, el fuego destruyó 46 viviendas, como relatan los notarios Berenger Cardona y Jaume Vinader. Además, todos los puestos del mercado ardieron y murieron 10 personas. Insignes cronistas de la ciudad como Mercior Miralles o Jaume Roig, dan cuenta del incendio. Mientras duró el fuego, las parroquias sacaron a los santos en procesión para aplacar la ira divina, que formaban parte, según los investigadores, de las estrategias contra el fuego.

El trabajo pone en valor, además, a Petro Vetxo, un «ingeniero», en palabras de los profesores, traído a la península por Alfons El Magnànim para construir un reloj para el Palacio Real de Valencia. Después, siguió trabajando por la corona hasta que tras el incendio se le encomendó reurbanizar la zona. «Individuos como Vetxo hay más de los que pensamos y están todavía esperando que la investigación los saque del anonimato», destacan los expertos, que aseguran que el Consell Municipal «se esforzó por indemnizar a los afectados por el siniestro y para restablecer el entorno del mercado, aprovechando también antiguas reivindicaciones vecinales».

Cabe recordar que en el siglo XV Valencia era la ciudad más poblada de la península y ya había sufrido otros cuatro incendios de importancia.

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