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Un intelectual recuperado

El audaz periodista Artur Perucho

El profesor y académico de la AVL Josep Palomero recupera la figura del escritor de Borriana que murió a los 54 años en México DF

El audaz periodista Artur Perucho

La memoria histórica distingue a las sociedades democráticas. Como también la recuperación de intelectuales exiliados. El profesor y vicepresidente de l´AVL, Josep Palomero, ha rehabilitado al valenciano Artur Perucho i Badia. Un figura periodísticamente inquieta en los años previos a la Guerra Civil y un activista reconocido después, que escribió en muchos diarios de Valencia, Madrid y Barcelona. Un intelectual que supo rehacer su vida, profesional y personal en México.

Perucho murió joven, cuando todavía no había cumplido los 54 años, víctima de una infección cardíaca causada por una hipertensión maligna, y sus restos descansan en el Panteón Español de la capital mexicana. Aunque en el poco más de medio siglo que vivió merece la atención que le ha prestado Palomero. Una biografía de película.

Nacido en Borriana, cursó el bachillerato en el instituto Lluís Vives de Valencia, donde empezó sus estudios de Derecho, que terminaría en Madrid. Sin embargo su vocación prematura por el periodismo „fundó la revista juvenil Apolo en el Lluís Vives„ fue definitiva para empezar a colaborar desde los dieciocho años en los semanarios El Progreso y El Demócrata de Xàtiva, de donde procedía su familia paterna.

Viviendo todavía en Valencia, publicó la biografía del notario regeneracionista Julio Senador Gómez y empezó a colaborar regularmente en El Pueblo, el periódico republicano que había fundado Blasco Ibáñez en 1894. «El Publo siempre fue su diario de cabecera, por encima de cualquier otro medio en los que colaboró», explica Palomero. Tras la muerte inesperada de su padre (mayo de 1927) se traslada a Barcelona y en febrero de 1929 es nombrado corresponsal en París del Diario de Barcelona. «Impresionado por la experiencia parisina, escribe allí su única novela, Ícar o la impotència (1929), la más moderna de un autor valenciano de la época», sostiene Perucho.

La etapa más política

En París redactó una parte fundamental del ensayo politicoperiodistico Catalunya sota la dictadura, donde deja clara su evolución del republicanismo valencianista a republicano federal de izquierdas y catalanista convencido.

París, Barcelona, la universidad alemana de Marburgo y la proclamación de la Segunda República, que le pilla en París, pero se traslada a Madrid donde colabora con los primeros gobiernos. En Madrid tras entrar en contacto con el profesor Wenceslao Roces y casarse con Lucienne Gache fue donde evolucionó hacia posiciones comunistas. Vuelve a Barcelona y colabora con el PSUC, al que seguramente se afilió, donde llegó a dirigir su revista de propaganda Treball.

Tras la caída de Barcelona el 26 de enero de 1939, pasó la frontera y llegó a Veracruz el 22 de abril. Tenía 37 años. Reunió la familia y al año nació su segundo hijo Max, pero su mujer murió a los pocos días del parto. El bebé fue adoptado con nuevos apellidos. Era el poeta Max Rojas Proenza, que murió el 24 de abril de 2015.

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