Hay un capítulo de la vida de Artur Perucho de especial relevancia, como recoge Palomero en su tesis doctoral Estudi biogràfic i literari d'Artur Perucho Badia. Los Sucesos de Mayo de 1937 en Barcelona „el enfrentamiento de grupos anarquistas y troskistas contra la legalidad republicana„ provocaron la publicación de un libro de propaganda exculpatoria de los comunistas, titulado Espionaje en España (1938) firmado por un inexistente «Max Rieger», prologado por José Bergamín y presentado como una traducción hecha por Lucienne y Artur Perucho. «Se trata de una maniobra urdida por los comunistas para documentar y demostrar que los dirigentes del POUM eran agentes del fascismo internacional y quintacolumnistas de Franco», sostiene Palomero.
En julio de 1938 se incorporó como encargado de prensa del Ejército y publicó diversas crónicas como enviado especial en el frente del Segre, en Frente Rojo, diario del Partido Comunista.
Retiro mexicano
La muerte de su mujer marcó el inicio de su nueva vida en México. Se alejó de los ambientes de valencianos y catalanes en el exilio, y fue tan crítico con los postulados del PCE que acabó expulsado. En cambio, se aclimató muy bien a las costumbres mexicanas y llevó una vida de bohemia.
«Pero gracias a su extraordinaria simpatía y capacidad profesional, en la década de los cuarenta empezó a abrirse camino en las emisoras de radio XEQ y XEB, y participó en algunos proyectos cinematográficos del productor valenciano Blas López Fandos», cuenta Palomero.
Se casó con la actriz radiofónica María Teresa Torres Montero (Nené Torres), veinticuatro años más joven que él, con la que tuvo tres hijas.
