Sustituir la R por la D. Una plaza de to[r]os que recupera el espacio para to[d]os. Un lugar que pretende dejar a un lado el enfrentamiento entre los taurinos y los que no lo son; entre los que aman las corridas de toros y los que las detestan. La plaza de Toros de Valencia es historia, es patrimonio y es cultura. Es, en definitiva, mucho más que toros y toreros. Este es el proyecto que persigue el diputado de la plaza de Toros, Toni Gaspar, gracias a una iniciativa promovida desde el departamento de sociología y antropología social de la Universitat de València —que se denomina «Plan de Dinamización y activación patrimonial de la plaza de toros de Valencia»— y que pretende recuperar un espacio que, en la actualidad, solo se utiliza unos 20 días al año para acoger los festejos taurinos que se celebran en Fallas y en la Feria de Julio.
El proyecto persigue la «interpretación patrimonial» del ruedo gracias a las posibilidades que aportan las nuevas tecnologías y las aplicaciones de móviles de realidad aumentada. Eso dice la teoría. La práctica supondrá situarse, mediante un sistema de geolocalización, en el mismo lugar donde Azaña dio su discurso en 1931, una vez recuperada la democracia en España, y ver las imágenes de ese momento y los datos y artículos que se conservan para traer la historia al presente. Y sentirse Manuel Azaña por un momento.
De mises al «Un, dos, tres»
Pero en la plaza de Toros de Valencia no solo se han acogido espectáculos taurinos y mítines políticos. La elección de miss España en 1969, cine de verano y el mítico concurso televisivo «Un, dos, tres». Concursos de tiro pichón, representaciones de ópera en 1907 o campeonatos de boxeo o lucha libre en la frontera de los siglos XIX y XX. En la arena se han visto funciones de circo, se han quemado fallas, se han organizado competiciones deportivas, y grandes conciertos. Espectáculos de lo más variopintos como la ascensión de un globo aerostático que presenciaron más de 10.000 espectadores a finales de 1881 hasta los festivales y concursos de bandas de música.
Estas son algunas pinceladas de los numerosos actos y eventos que ha acogido el coso valenciano entre grandes tardes taurinas que siempre permanecerán en la memoria de los aficionados.
De esta forma el proyecto que prepara la Diputació y la Universitat de València —de la mano de la directora de máster des Gestión Cultural y profesora de antropología, Beatriz Santamarina— consta de dos fases: Investigación (que se llevará a cabo de enero a octubre de este año) y el plan de activación, que está previsto que se desarrolle entre noviembre de 2016 y junio de 2017.
La investigación
El equipo de trabajo que dirige Beatriz Santamarina ya está trabajando en la primera fase de análisis e investigación en un estudio socio-histórico de la plaza como testigo de la ciudad y su papel en la configuración de la memoria colectiva y paisaje urbano.
«Estamos analizando y recopilando todos los documentos, escritos, carteles, recortes de prensa... así como el fondo fotográfico. Hemos recopilado datos en el archivo de la Real Academia de San Carlos y en el archivo histórico municipal de Valencia, entre otros. Nos queda mucha faena que hacer en la hemeroteca, ya que hay que revisar todos los diarios desde 1859 hasta 2015 para reunir todos los espectáculos y actividades que se realizaron en la plaza de Toros ya que la mayoría de documentación responde a eventos taurinos y no existe un inventario de este otro tipo de actividades que también se realizaron en el coso y que son parte de la historia de la ciudad», explica Beatriz Santamarina.
Una vez concluida la fase de investigación tendrá lugar el plan de activación, que cuenta, como principal novedad, con la creación de cinco itinerarios culturales de interpretación patrimonial con realidad aumentada: plaza y Guerra Civil; plaza y Política; plaza y Arquitectura y Urbanismo; plaza y Espectáculos y plaza y Música. «Por ejemplo, muchos no saben que cuando acabó la Guerra Civil la plaza de Toros se convirtió en un campo de concentración. A la gente le decían ‘ve a la plaza de toros que te tienes que registrar allí’ pero era un reclamo para capturarles. Tenemos muchos testimonios orales, pero no hay documentación al respecto. Nosotros estamos recopilando datos, realizando consultas en el archivo de Memoria Histórica del ministerio... El objetivo es dar a conocer una historia olvidada y escondida porque de lo que sí se ha escrito, y mucho, es de toros. Pero la plaza es mucho más», explica la directora del proyecto.
Vecino y turista
Para el diputado Toni Gaspar, «el objetivo es que el visitante, sea vecino o turista, consulte en su dispositivo móvil o en su tableta el itinerario cultural que prefiera en una especie de exposición modular sobre la plaza. Ahí se descarga la explicación que considere pertinente de forma que se ponga en valor el desarrollo histórico, social y cultural de la misma plaza y también de la ciudad».
Y es que el diputado Toni Gaspar está decidido a impulsar este espacio y a dejar a un lado los enfrentamientos entre los taurinos y los antitaurinos, en aras de que tanto unos como otros disfruten de la plaza de Toros, entiendan su historia y revitalicen este espacio.
Por ello, entre las diversas medidas que se impulsarán destaca la apertura al público de la misma plaza; una entrada directa desde la misma al Museo Taurino (uno de los más visitados de la ciudad que cuenta, sin embargo, con un acceso escondido en el pasaje de la galería comercial) así como la reorganización del mismo; la creación de un archivo documental y de un fondo propio para la plaza (que se podrá consultar mediante un ordenador allí mismo o mediante la web que se creará para la ocasión), así como la realización de una publicación que recoja los cinco ejes del estudio como instrumento de sensibilización, divulgación y gestión.
Y es que la mayoría de las personas que visita la plaza de Toros son extranjeros. Esto es lo que el diputado Toni Gaspar está dispuesto a cambiar. «Queremos que a la plaza de Toros no solo se acerque el turista, o el que es taurino. Queremos devolverle el valor patrimonial que tiene, recuperar su historia y que ésta la disfruten tanto los que le gustan los toros como a los que no porque es patrimonio de todos y porque durante toda su historia ha sido mucho más que un simple ruedo», concluye.
Comienza así un nuevo tiempo para una plaza que tiene 155 años y que en 2017 cambiará, de forma definitiva, la R por la D.
Un espacio taurino en beneficio de los enfermos del Hospital General
Antes y ahora, los espectáculos taurinos generan grandes beneficios económicos. El primer festejo del que se tiene constancia en Valencia es de 1085. Desde entonces y durante siglos las visitas reales, los éxitos militares, los nacimientos importantes, las canonizaciones... fueron objeto de fiesta. Pero para darle solera a un festejo se celebraban las corridas de toros que, además, siempre conllevaban movimiento de dinero. El Hospital de Valencia acudió al rey Felipe V alegando que con el beneficio de las corridas se podía satisfacer a los más necesitados y en 1739 obtuvo el «privilegio perpetuo» para todas las corridas de toros. Así se explica la permanente vinculación del coso con la Diputació de Valencia quien le encargó al arquitecto Sebastián Monleón la construcción de una plaza que fue realidad en 1861.
