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La Policía tuvo que comprobar 400 coartadas

Los agentes encontraron anotados centenares de nombres de clientes que tuvieron que investigar

Ewa Stryniak había conseguido afianzar una importante agenda de clientes durante los años que se había dedicado a la prostitución. Desde que había lanzado su línea erótica con un 906 multiplicaba por dos su trabajo. Ella anotaba en su agenda y unos cuadernos cada una de las llamadas y clientes que habían demandado sexo. Los agentes de la Policía Nacional se encontraron durante el registro de la vivienda en la que estaba alquilada la víctima esta «bando de datos» que debían comprobar. Tan sólo en las cinco semanas anteriores al día de su muerte, Ewa había recibido 400 llamadas. Lo investigadores tuvieron que contactar con cada una de las personas que había llamado y comprobar sus coartadas. Sólo el día del asesinato había recibido tres servicios telefónicos. Los agentes también tuvieron que interrogar a todos los clientes que la mujer tenía anotados en su agenda. Aquellos días aquel listín fue la comidilla en Valencia, puesto que presuntamente Ewa recibía a hombres bien posicionados y conocidos en la sociedad valenciana.

Había temor a que los nombres trascendieran a la opinión pública, y como publicó entonces este diario los rumores y «quinielas» sobre posibles clientes estaban a la orden del día. Se hablaba en aquellos días de que si aquella agenda veía la luz se produciría todo un escándalo en la ciudad.

Nunca trascendió quienes estaban en ella, aunque la Policía tuvo que trabajar en poner cara a muchas anotaciones incompletas en la que únicamente figuraba un nombre de pila o un teléfono.

También fue destacable la larguísima sesión interrogatoria al único detenido. Tras pasar tres días en el calabozo, el amante de Ewa fue conducido al despacho del juez, y de madrugada fue interrogado a lo largo de casi siete horas. Finalmente fue puesto en libertad.

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