Manuel de la Fuente, profesor de la Universitat de València, ha escrito mucho sobre Frank Zappa (1940-1993) y muy en serio. También se ha permitido alguna «gamberrada», en este caso contra un archienemigo de Zappa, Lou Reed. Empecemos por ahí: «Es lo que tiene elegir la música para llenarse de porros e ir por la vida en plan moderno idiota con look de Andy Warhol y descartar el camino inteligente. ¿Preferisteis a Lou Reed antes que Frank Zappa? Pues tenéis lo que os merecéis». Lo escribió en La página definitiva cuando la muerte de Reed, en un arrebato contra la sociedad del «sexo, drogas y rock´n´roll».
Porque Zappa era otra cosa, cuenta De la Fuente: «En plena ola hippy se situó en contra de las drogas porque decía que no liberaban, sino que estupidizaban. Despedía a sus músicos si consumían». Como se apunta más arriba, el profesor ha disertado mucho sobre Zappa desde que otro mentor, Jenaro Talens, les hacía analizar canciones del norteamericano en clase.
De hecho, De la Fuente realizó su tesis sobre el discurso político del rockero, lo que desembocaría en un trabajo más completo editado en 2006 y titulado Frank Zappa en el infierno. Desde entonces ha programado ciclos en la universidad con los documentales de rock que dirigió el músico „a los que acudieron el Gran Wyoming y Julián Hernández, de Siniestro Total„, ha organizado un debate en La Nau y ha dado varias conferencias sobre Zappa. Además, su firma aparece en la traducción de las dos biografías sobre el artista; en la última, ¡Alucina! Mi vida con Frank Zappa (Malpaso), participa el también valenciano Vicente Forés. El último acto en nombre de Zappa en la Universitat se realizó hace un par de semanas, cuando De la Fuente proyectó Roxy, largometraje póstumo del artista subtitulado por el profesor.
Las razones del docente para convertirse en un apóstol de Zappa radican, más que en su música, en la actitud del rockero: en 1985 compareció en el senado de los Estados Unidos durante las sesiones en las que se discutió el supuesto contenido violento y sexual de algunas letras „acabaron con la famosa etiqueta Parental Advisory en algunos discos. «Fue un pionero en la defensa de la libertad de expresión para el rock, camino que han seguido luego Springsteen, REM o U2», establece De la Fuente, remarcando que en 1988 el músico inició una gira «en la que interrumpía los conciertos para repartir formularios con los que registrarse para votar». Poco dado a las baladas de amor, Zappa «se dirige a tu inteligencia», apunta el profesor, sobre unas letras «llenas de humor ácido» repartidas en los más de setenta discos que publicó el artista durante casi tres décadas.
Muchas de esas canciones han sido revisitadas en las últimas décadas desde Valencia, culpa de otro de los habitantes de esta aldea gala zappiana. Se trata de Caballero Reynaldo o, para esta ocasión, Luis González, músico que vive en Utiel y que dirige la discográfica Hall of Fame. «En 1996, dos años después de inaugurar el sello, me dio por hacer un tributo al bigotes con bandas españolas», recuerda González, que pese a las dificultades iniciales para encontrar un número representativo de grupos aficionados al norteamericano, logró que el producto final tuviera buena acogida. «A partir de ahí fueron cayendo volúmenes de versiones y cuando llegué al décimo di una vuelta de tuerca en clave country. Como Caballero Reynaldo hay ocho discos con versiones», cuenta el músico.
Antes de la proyección de Roxy en la Universitat, De la Fuente conectó vía Skype con el cineasta que ha restaurado la cinta, Alex Winter, y que en estos momentos trata de sacar adelante «el documental definitivo» sobre el norteamericano. Si lo consigue puede contar con el profesor y con el músico valencianos para que el resultado tenga su rincón de culto en esta ciudad.
