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Entrevista

Javier Martí: "Ya no se trata de tomar decisiones, sino de que las máquinas actúen por sí solas"

«El objetivo es hacer posible que la información que captan los sensores desencadene una acción automática»

Javier Martí: "Ya no se trata de tomar decisiones, sino de que las máquinas actúen por sí solas"

¿A qué se debe la actual eclosión de la tecnología de sensores?

Porque los sensores son muy importantes, ya que permiten extraer información que cada vez es más determinante para la toma de decisiones o para actuaciones inmediatas que se requieren en la sociedad, tanto a nivel de las personas como de las cosas. Ahora mismo, ya no se trata de tomar decisiones o actuaciones de personas sino de que las cosas y las máquinas actúen por sí solas.

¿Qué pueden medir?

A parte de lo que son las magnitudes relacionadas, por ejemplo, con la energía o con la contaminación, e incluso aspectos que puedan ayudar a la conducción, hay temas que están relacionados con la urbanidad, con la capacidad de una persona de integrarse en una sociedad. O sea, el poder participar en actos o todas aquellas cosas que suponen asistencia a foros, a la consulta del médico... Esto supondría, por citar alguna aplicación, que uno mismo pueda fijar que cuando tenga determinados parámetros de salud automáticamente se nos gestione una consulta con el médico. O, directamente, tome una decisión de comprar algo cuando mis sensores indiquen que lo necesito. Por tanto estamos hablando de hacer posible el no tomar decisiones una vez se dispone de la información, sino que directamente la información desencadene una toma de decisión automática.

¿Eso nos hará la vida más fácil?

Se supone que sí. Todo eso facilitará la vida de cara a poder centrarnos en otras cosas, como ser felices directamente y no estar siempre tratando de que todo salga bien a partir de las decisiones que tomamos, sino que las cosas se decidan solas siempre en base a unos patrones delimitados. Y es ahí donde está la discusión, el saber hacia dónde queremos ir y para ello habrá que decidir los patrones que automáticamente nos van a llevar a ser más felices.

¿Qué tecnologías se utilizan?

Al final hay muchas técnicas, muchas magnitudes. La luz es una de ellas, como la fotónica. La electrónica, por ejemplo, la que más extendida está, sobre todo porque está muy desarrollada en el mercado. Después todo lo que son sensores químicos que a partir, por ejemplo de polución, te puedan dar información de que ante un determinado nivel de concentración de agentes contaminantes en el aire directamente te hagan tomar decisiones de cambiar de trayecto en tu recorrido diario o de no ir en bicicleta o hacer deporte al aire libre en esa zona.

Sin sensores sería imposible el camino hacia las ciudades inteligentes, ¿no?

Las ciudades inteligentes, obviamente, lo que hacen es tratar de aprovecharse de toda la capacidad de sensorización por una parte, y por otra de la posibilidad de que esa información que proveen los sensores esté disponible por todos. De ahí surge el concepto del internet de las cosas. O sea, si somos capaces de asignar a cada uno de estos sensores una dirección IP „ un número único e irrepetible con el cual se identifica una computadora conectada a la red„, éstos inyectan sus mediciones directamente en la red y ya es cuestión de ser capaces de gestionar volúmenes muy grandes de datos, lo que llamamos «Big Data», para extraer toda la información que nos pueda ser útil para tomar decisiones.

Póngame un ejemplo de todo esto que ya no sea ciencia ficción.

Ya existen demostradores de neveras inteligentes capaces de comprar automáticamente conforme se van acabando los productos que uno marca como prioritarios. O incluso conocer los tiempos de caducidad de los alimentos que contiene el refrigerador, pues muchos de ellos acaban en el fondo de la nevera y no se consumen, lo que genera un gasto innecesario y además supone un derroche al acabar todo este sobreconsumo en la basura.

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