Durante los primeros trabajos de mantenimiento de la estructura de la fábrica se descubrió un pequeño refugio. Una galería subterránea donde, según Eduardo de Miguel, podrían caber apretados «unos 30 ó 40 trabajadores». Se ha encargado un estudio técnico tanto a historiadores como a arqueólogos, y los técnicos municipales también lo han visitado.

De Miguel anuncia que la intención de los actuales propietarios es que el refugio se mantenga tal cual, respetando los dos accesos actuales, con la intención de integrarlos al complejo para que se pueda visitar.

Aunque está sin confirmar, todo indica que durante la Guerra Civil, Bombas Gens pudo fabricar armamento, una actividad para la que estaba preparada pues fundía acero. Eso explica la construcción de un refugio, pues en los años de la contienda el edificio estaba rodeado de huerta, alejado de la ciudad. Durante los actuales trabajos se ha encontrado alguna teja con el año 1930 marcado, fecha de la construcción de la fábrica, que eligió precisamente esa zona por el paso cercano de las acequias de Mestalla y Rascanya.

El origen

La fábrica de Bombas Hidráulicas Carlos Gens SL fue construida por el arquitecto Cayetano Borso di Carminati siguiendo los cánones de «art decó», precisamente en 1930, en el barrio de Marxalenes. La decoración de la fachada principal recuerda los chorros de agua, aunque son producto de mucha improvisación.

Desde el cese de la actividad a finales del siglo pasado, las instalaciones fueron abandonadas. Sufrió un incendio en febrero de 2014, que alertó aún más sobre el deterioro de las instalaciones. A principios de este año, el ayuntamiento catalogó el complejo Bombas Gens como Bien de Relevancia Local, que le daba una mayor protección patrimonial, impidiendo su derribo. Al tiempo que permitía el proyecto de rehabilitación integral presentado por José Luís Soler para cederlo a la Fundació per Amor a l´Art.