El 17 de junio Valencia tendrá su museo de la seda, el cual recordará a los valencianos los inseparables caminos de la ciudad y del gremio de maestros sederos. Las obras de restauración del Colegio Mayor del Arte de la Seda se encuentran ya en su etapa final para mostrar a vecinos y turistas el esplendor de un monumento histórico artístico que ha sobrevivido en la calle Hospital a la degradación y al olvido de sus conciudadanos.
Tras la inversión de casi dos millones de euros de la Fundación Hortensia Herrero que ha posibilitado la restauración, la cuenta atrás para la inauguración como museo se acerca a su fin.
«Se ha recuperado una parte básica de la historia de Valencia, la conciencia sedera valenciana, y su importancia en la evolución de la ciudad. Los valencianos se sentirán orgullosos del museo», explicó el presidente del Colegio de la Seda, Vicente Genovés.
El responsable destaca tanto la riqueza del propio edificio, sobre el que se ha hecho una recuperación que lo devuelve a su aspecto del siglo XVIII, con sus magníficos pavimentos y frescos, como el contenido que albergará, que explicará tanto la elaboración de este producto textil como su relación histórica con la ciudad a través del potente gremio de la seda.
Cabe recordar, como señala Genovés, que será el único museo de la seda de España, que además de sumar un nuevo valor cultural a la ciudad en su conjunto, «revalorizará» el barrio de Velluters.
Como explica Genovés, muchos vecinos de Valencia «siguen desconociendo el origen del nombre del barrio» que no es otro que la referencia al «vellut» o terciopelo, que se fabricó en talleres de sus calles durante siglos.
Una historia indivisible
El museo ofrecerá pues un recorrido sobre el inicio del trabajo de la seda en Valencia, tras su introducción por los árabes y cómo la ciudad fue cambiando con la propia evolución del negocio y la rica economía generada por comercio de la seda.
Las instalaciones „que serán accesibles en su totalidad para personas con movilidad reducida„ también contarán con un amplio muestrario de tejidos que además se mostrarán de forma relacionada con diferentes ámbitos de la sociedad, como el religioso. De este modo, por ejemplo en la capilla del edificio, se mostrarán trabajo relacionados con el vestuario empleado en los actos litúrgicos.
Del mismo modo, el museo, contará con espacios en los que se explicará el laborioso proceso de la confección de la seda y la creación de tejidos, de modo que los visitantes puedan aprender a diferenciar, en palabras de Genovés, «un damasco de un espolín».
No queda ahí la cosa, ya que quienes se acerquen hasta el Colegio de la Seda podrán observar en directo cómo se teje de forma artesanal, gracias a la recuperación de un telares.
Por otro lado, el proyecto de recuperación del edificio ha contemplado un espacio para biblioteca en el que se podrá ver el amplio fondo especializado que ha ido completando el Colegio de la Seda, y un archivo histórico.
Un «oasis» en el centro
Genovés recuerda que otro de los espacios estrella del complejo cultural será el gran patio„en el cual se recupera el huerto y fuentes„en el cual se va a instalar un restaurante. «Será todo un oasis en el mismo centro de la ciudad, en el que se podrá desconectar del ajetreo del tráfico», señala el presidente del colegio.
Además, desde la institución insisten en la necesidad de vincular el edificio al de la Lonja, centro neurálgico de la venta del preciado tejido, a través de una ruta peatonal por el centro de la ciudad que también pase por el monumento que es el Mercado Central.
