Como casi todo en la vida, es cuestión de expectativas. O de saber gestionarlas. Desde la primera avalancha de sondeos a pie de urna y, más tarde con los resultados electorales, se han sucedido miles de análisis (como éste) tratando de explicar el fenómeno electoral. Una mirada superficial y genérica deja el primer titular inequívoco: el PP ha ganado y los dos partidos emergentes, Ciudadanos y Podemos, han perdido un millón y medio de votos respecto a los comicios de diciembre. Las expectativas de la nueva política devoradas cual Saturno a sus hijos por la certidumbre asociada a la vieja política. Pero, ¿estamos realmente ante un fin de ciclo? ¿Han tocado techo estas formaciones?
Ni expertos ni oponentes políticos lo creen. «Si se limpia el panorama de la burbuja de las probabilidades proyectadas, los dos grandes partidos han fracasado y los emergentes han triunfado», explica a Levante-EMV la socióloga y politóloga Aída Vizcaíno. «El PP se ha dejado muchos votos respecto a 2011, aunque haya mejorado respecto a diciembre. El PSOE también. Podemos, en dos años, ha conseguido fidelizar cinco millones de votos. Con los datos absolutos en la mano, es una trayectoria espectacular», sostiene Vizcaíno.
De la misma opinión es Anselm Bodoque, profesor de Ciencia Política de la Universitat de València (UV). «Es muy pronto para decir que han pinchado. A mi entender es un problema de tiempo, llevan poco. No se puede hablar ni de ciclo ni de elemento evolutivo», expone Bodoque. «Se habían creado expectativas que en el caso de Podemos no se han confirmado y da sensación de fracaso, pero es un fracaso de expectativas, no de proyecto», señala el profesor.
«En términos políticos, es impresionante lo que han hecho estos dos partidos, la gran caída es de los tradicionales», apunta Vizcaíno. Así que a pesar de ser los grandes vencidos, son también los vencedores. Sobre ellos, augura la politóloga, aumentará la presión durante el proceso de negociación que se avecina. «Siempre es más fácil meterse con los débiles», argumenta.
Con todo, nadie les da por muertos, a pesar del «batacazo» del pasado 26J. «Las dos formaciones tienen a su favor el elemento generacional. Por debajo de los 45 años, los dos partidos mayoritarios no tocan bola», apunta Bodoque. En contra, la abstención que, a falta de las encuestas postelectorales que lo confirmen también en esta ocasión, se suele dar entre la población más joven, o sea, el elector del que beben estas formaciones.
Éxito «sin precedentes»
Para el portavoz del PSPV en las Corts, Manolo Mata, estos colectivos «han tenido un éxito sin precedentes ya que han pasado de 0 a 71 escaños en una legislatura». Para el portavoz, también adversario político de estas formaciones, no es oro todo lo que reluce, lógicamente. «En lo que respecta a política interna, son partidos sin tradición democrática. Hay hiperliderazgos, no hay contrapesos. No van a desaparecer por haber pinchado en unas elecciones, pero nunca serán una alternativa sólida de gobierno», resalta Mata.
Así, el dirigente socialista aboga por «verlos actuar» para saber qué futuro les aguarda en la política. «No están proponiendo cosas de mucho calado que puedan suponer un cambio muy radical respecto a lo que hacemos el resto», argumenta en referencia a Podemos.
Por su parte, el síndic de Compromís Fran Ferri achaca el pinchazo de los partidos emergentes, con los cuales su formación iba en coalición en estos comicios generales, al proceso de negociación en la pasada legislatura frustrada. «Sin conocer los datos demoscópicos es complicado hacer un análisis más profundo, pero lo que parece es que la derecha ha recuperado parte del voto que había perdido por la corrupción, quitándoselo a Ciudadanos. Los votantes no han visto bien pactar con el PSOE para hacer gobierno», reflexiona Ferri.
El síndic sostiene, de todas formas, que los resultados son recuperables a cuatro años vista. «Si se observa por franjas de edad, los partidos como Compromís tenemos alto porcentaje de voto. Tenemos más capacidad de captar a los nuevos votantes, no tiene por qué haber un cambio de tendencia en este sentido», argumentó Ferri. A izquierda y a derecha, Podemos y Ciudadanos se han ganado el respeto de los adversarios.
