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Los nuevos siniestros convectivos o la tormenta de fuego

El exceso de vegetación y el impacto del cambio climático propicia la aparición de nuevos tipos de fuego

Hasta hace unos pocos años, el peor escenario para la extinción de un incendio era la combinación de calor (>30º), escasa humedad ( 30 km/h), especialmente cuando soplaba de poniente.

Sin embargo, el análisis detallado de los fuegos forestales recientes desvela el incremento del número de incendios que en algún momento de su desarrollo presentan una fase «convectiva» en la que el viento no es determinante y durante la que las llamas se convierten en una máquina insaciable de devorar la vegetación acumulada y de poner en peligro las vidas de los que intervienen en la extinción. Raúl Quilez asegura que la mayor frecuencia de este tipo de incendios es consecuencia de las políticas de supresión total del fuego, «sin gestión posterior del monte», y del cambio climático, que tiene y tendrá más acusadamente en el futuro un impacto negativo sobre la humedad de la vegetación y en las capas bajas de la atmósfera.

En los incendios convectivos, el fuego sigue un modelo de desarrollo muy similar al de las tormentas de verano. Crea sus propios vientos que alimentan la columna y genera situaciones de gran riesgo cuando esta se desploma.

Los vientos en superficie son absorbidos hacia la base del fuego desde todas las direcciones para reemplazar al aire caliente que la columna de convección desplaza hacia arriba. Estos vientos alimentan con oxígeno al frente de fuego, incrementan la actividad del incendio que, a su vez, deseca los combustibles adyacentes favoreciendo la propagación. En 2008 uno de estos incendios arrasó 76 hectáreas en 45 minutos en Ayora, según documenta la investigación. «La dirección de avance y la velocidad de propagación son difíciles de predecir y pueden tener repentinos incrementos de la intensidad de fuego. Los saltos de fuego no suelen darse a grandes distancias, pero pueden ocurrir en cualquier dirección, incluso a la espalda de quienes intervienen . El desplome de la columna puede suponer el mayor riesgo de este tipo de incendios», explica.

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