Ocupa prácticamente el 99 % del tiempo y espacio de los discursos de los miembros del Consell, sean de la cartera que sean. La financiación, palabra repetida hasta la saciedad, es la piedra angular de las reclamaciones de este Ejecutivo valenciano frente al gobierno estatal y el eje sobre el que orbitan la mayoría de problemas que afectan a la Generalitat.
Sin embargo, en la mesa donde se reivindican las mejoras en el sistema que reparte el dinero, solo se sienta una representante (además de los cargos políticos) del gobierno valenciano. Una única funcionaria jefa de servicio «muy cualificada», según fuentes de la Conselleria de Hacienda, que, no obstante, queda en evidente inferioridad, al menos numérica, cuando delegaciones como la catalana llevan hasta siete técnicos especializados a esas reuniones en Madrid.
Una empleada pública que, además, lleva pocos meses en un servicio que «se está montando» y que cuenta con Ángeles Cuenca como secretaria autonómica y Miriam Fernández como directora general de Financiación y Fondos Europeos. Y es que, por inexplicable que parezca atendiendo a la insistencia „tanto de los gobiernos del PP de Francisco Camps y Alberto Fabra, como ahora al bipartito de izquierdas liderado por Ximo Puig„ respecto al tema económico, no ha existido hasta ahora en todo el cuerpo de empleados de la Generalitat un equipo de especialistas dedicados exclusivamente a este menester.
Reestructuración necesaria
Ante la ausencia de esta estructura y tras un año de gobierno, el Consell se ha visto obligado a convocar un concurso público y externalizar esta vital tarea, en vez de reorganizar la configuración de la Administración valenciana y reordenar a funcionarios para esta tarea. Fuentes de la Conselleria de Hacienda explican que montar el departamento «no se hace en dos días», ya que es necesaria una partida presupuestaria para abrir nuevas plazas y ciertos trámites para encontrar a los técnicos adecuados y especializados en la materia.
Otras voces, sin embargo, lamentan que tras doce meses en el Consell, el Ejecutivo de Puig no haya destinado los recursos necesarios para impulsar este área dentro de la Conselleria de Hacienda y haya tenido que recurrir a un concurso que, además, ha quedado desierto por un defecto de forma en la presentación de solicitudes del único candidato que se presentó, el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas.
