Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Biodiversidad amenazada

El coro silvestre enjaulado

Los silvestristas deberán dejar de capturar fringílidos en libertad al estar protegidos por la UE - Los ornitólogos exigen respeto a la ley, mientras la Generalitat aplaza la prohibición hasta 2018

El coro silvestre enjaulado

A partir de 2019, capturar aves silvestres en España para disfrutar de su canto en privado será igual que saltarse un semáforo en rojo. Estará prohibido porque son aves que viven en estado salvaje y capturarlas contraviene la directiva europea de aves 2009/147/CE, que trata de protegerlas obligando a los estados miembro de la Unión Europea (UE) a tomar «todas las medidas necesarias para preservar, mantener o restablecer una diversidad y una superficie suficiente de hábitats para todas las especies de aves».

Entre los ovíparos protegidos por la UE desde 2009 están los fringílidos, es decir, animales como los jilgueros, los pinzones, los pardillos, los verderones o los verdecillos. Son aves que se distinguen por su peculiar canto, un rasgo que las convirtió en objeto de una práctica llamada silvestrismo que consiste en capturarlas, bien para disfrutar de su canto, bien para participar en concursos en los que un jurado puntúa los sonidos que emiten, otorgando un trofeo al dueño del pájaro que los jueces consideran el mejor cantor.

La captura de fringílidos, practicada por 5.000 aficionados federados en sociedades de caza y silvestrismo en la Comunitat Valenciana y cerca de 40.000 en toda España, comenzó a verse afectada a partir de 2012, con la entrada en vigor de la directiva y el inicio de las restricciones en la concesión de permisos de captura a los aficionados que tengan acreditación.

No obstante, el Ministerio de Medio Ambiente publicó una serie de directrices técnicas en las que se analizaban las excepciones a la captura contempladas en el artículo 9 de la directiva. Se trataba de encontrar un resquicio legal que evitara la interrupción brusca de las capturas.

El ministerio recomendó a los silvestristas «explorar» la cría en cautividad como alternativa a la captura y, si no resultara «satisfactoria», se comprometía a seguir autorizando el apresamiento «en pequeñas cantidades», siempre y cuando no se utilizasen métodos prohibidos por la directiva como «cebos, tranquilizantes, explosivos, lazos o trampas de captura masiva y no selectiva» como el parany, un método muy popular en la Comunitat Valenciana que quedó prohibido por las legislaciones europea y española a partir del año 2001, aunque ha seguido practicándose de forma irregular.

Cataluña, la primera en prohibirlo

Las comunidades autónomas son las encargadas de autorizar, o no, los permisos para salir a la naturaleza a capturar fringílidos y las que deberán hacer frente a las sanciones de la Comisión Europea que reciba España por el incumplimiento de la directiva.

Para evitar una posible multa, Cataluña prohibió este año, la captura de fringílidos después de conocer que la Comisión Europea había iniciado un procedimiento de infracción contra España cuando detectó que en algunas comunidades autónomas se siguen capturando aves protegidas.

A diferencia de lo ocurrido en Cataluña, la Conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana sí concederá nuevos permisos para capturar aves cantoras en 2016, siguiendo las directrices del Ministerio que obligan a imponer un cupo máximo de apresamientos que atienda al concepto de «pequeñas cantidades» y restringiendo los métodos de captura a los permitidos por las directrices ministeriales, como la red abatible.

Además, los silvestristas deberán notificar dónde, cuándo y cómo se capturó cada ejemplar, pudiendo ser multados por agentes del Seprona de la Guardia Civil si incumplen estas condiciones. El número exacto de aves cantoras que se podrán capturar en la Comunitat Valenciana asciende a 22.515 parejas, según la orden publicada esta misma semana en el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana.

El director general de Medio Natural y Evaluación Ambiental, Antoni Marzo, reconoce que el riesgo de sanción para la Comunitat Valenciana «existe».

No obstante, espera que el Consell no reciba la sanción europea. En su opinión «se ha cumplido con los plazos que marcó el Ministerio, y, además, se ha establecido una senda hacia el cumplimiento del mandato de la UE de que en 2018 hay que acabar con esa práctica dejando al sector un tiempo de adaptación».

La línea «dulce» del Consell

En contra de la decisión tomada en Cataluña, Marzo explica que la línea del Gobierno valenciano es «más dulce» y fruto de un pacto previo con los silvestristas que les permita un tiempo de adaptación y que «no suponga un trauma para nadie», aludiendo al arraigo tradicional de esta actividad en diversos territorios valencianos. Para suavizar el impacto de la prohibición y preparar «de forma participativa» el camino hacia 2018, la Consellería organizará unas jornadas en otoño, a las que invitará a sociedades silvestristas y ornitológicas. «Queremos poner en contacto a los silvestristas con expertos en cría en cautividad para conocer las novedades en ese campo y experimentar las técnicas que se deben aplicar para no caer en problemas como la consanguinidad», aseguró el director general.

La conselleria «contactará con las asociaciones ornitológicas para elaborar un plan de acción «con el que podamos cumplir la normativa de la Unión Europea», añadió.

Miguel Soler, presidente de la Federación Ornitológica Silvestrista Cultural Española, anunció que van a «colaborar e iniciar la cría en cautividad», aunque apuntó que no creen que «sea una solución viable para sustituir las capturas en campo de aves silvestres». Los estudios «tutelados por el Ministerio de Agricultura y el Instituto Catalán de Ornitología» con los que cuenta la federación silvestrista sobre esa técnica indican que «ha sido un rotundo fracaso».

Por su parte, el delegado territorial de la Sociedad Española de Ornitología en Valencia, Mario Jiménez, mostró su predisposición a colaborar con la conselleria, pero aclaró que la postura de SEO Bird Life es que la captura de fringílidos «ya debería estar prohibida».

«Ahora bien, como hay un periodo transitorio hasta 2018, no vamos a montar un pollo porque no se prohíba ahora», añadió. «Lo que tiene que quedar muy claro es que los permisos sólo se van a conceder ahora para capturar ejemplares destinados a la cría en cautividad y no para otra cosa pero dudo de que vayan a ser capaces de acreditar que todos sean usados con ese fin», en función de los cupos que establece el ministerio, advierte el ornitólogo .

El futuro del silvestrismo

La directiva europea no dice nada sobre el silvestrismo, entendido como la celebración de concursos donde se puntúa el canto de fringílidos. Sin embargo, al quedar prohibida la captura de estas aves en la naturaleza, es decir, la fase previa de esta actividad, la afición siente que se pierde la esencia.

«La cría en cautividad supondrá la desaparición del silvestrismo porque lo separa del contacto en la naturaleza. Silvestrismo significa salir al campo, capturar a los pájaros y soltarlos de nuevo. ¿Qué problema hay en eso? Es una actividad que lleva practicándose cientos de años», lamenta Soler. El presidente de los silvestristas cree que la «excepcionalidad» contemplada en la directiva de aves otorga «un marco jurídico suficiente para continuar con las capturas». En ese punto los ornitólogos muestran su desacuerdo. «SEO no está en contra del silvestrismo, pero sí de la captura de aves silvestres», explica Mario Jiménez que advierte que serán «muy estrictos» controlando la correcta aplicación de la directiva europea.

Compartir el artículo

stats