Si la competitividad futura se midiera exclusivamente por la inversión en innovación, las cifras en la Comunitat Valenciana no invitarían al optimismo. El gasto en innovación tecnológica del sector privado se desplomó el año pasado un 11,1 % y apenas alcanzó los 623,7 millones de euros, según la última encuesta anual publicada por el Instituto Nacional de Estadística. El desplome fue generalizado en toda España (9,1 %), pero en el caso valenciano fue superior, reflejo de las dificultades por las que están atravesando muchas mercantiles en la autonomía. Sólo Castilla y León, Galicia, Extremadura y Cantabria registraron incrementos de la inversión.

Según el INE, 2.043 empresas valencianas de más de diez trabajadores alcanzaron la categoría de negocios con actividades innovadoras tecnológicamente hablando. Los datos no indican necesariamente que todas las empresas redujesen su gasto. La Comunitat Valenciana cuenta con firmas que están experimentado un notable desarrollo y que han acometido importantes inversiones. No obstante, la encuesta sirve para analizar la tendencia en el tejido productivo regional.

Varios factores explican el descenso del gasto empresarial. Desde la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) se pone el foco sobre las dificultades que han tenido las empresas para acceder a la financiación que permite acometer este tipo de inversiones. Además de los problemas para obtener crédito bancario, la patronal provincial sostiene que para las empresas también ha supuesto un freno «la situación de incertidumbre y la ausencia de liquidez derivada del retraso en el pago de las convocatorias de ayudas 2010 y 2011» del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), dependiente de la Conselleria de Economía.

El contexto económico tampoco ha contribuido a mitigar las estadísticas. En 2012 se produjo una caída generalizada de toda la actividad empresarial. Un año antes, entre el 1 de enero de 2011 y el 1 de enero de 2012 el número de empresas de más de diez trabajadores (las que se usan a efectos estadísticos en la encuesta de innovación) cayó un 7,6 % en la Comunitat Valenciana, un punto y medio más que en el conjunto de España (6,2 %). «El mayor porcentaje de destrucción de empresas en nuestra comunidad y el retraso en los pagos de las ayudas a la innovación de 2010 y 2011 frenaron en seco las iniciativas de 2012», explican desde la CEV. La patronal insiste en que la Administración debe actuar como estimulador eficiente de esta actividad, aunque «son las empresas las que deben emprender estos procesos para mantenerse y liderar los mercados».

Lo que es evidente es que las dificultades económicas de las empresas valencianas han hecho que en 2012 y 2013 la innovación tecnológica ha bajado en la escala de las prioridades empresariales. Y esto tiene consecuencias en el ritmo de recuperación del tejido productivo. «Es oportuno insistir „se afirma desde la organización que preside Salvador Navarro„ en la importancia de la innovación como elemento diferenciador, de productividad y de competitividad».