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Créditos a precio de oro

Las entidades financieras parece que empiezan a recobrar el interés por volver, tras cinco años de crisis con el grifo cerrado

Créditos a precio de oro

Tras más de cinco años con el grifo cerrado, las entidades financieras parecen haber recuperado el interés por la concesión de créditos „después de todo es su negocio natural„ pero, eso sí, cobrándolos un precio que nada tiene que ver con las referencias oficiales que marca el Banco Central Europeo (BCE), el mínimo histórico del euríbor o ni siquiera con la evolución de la prima de riesgo, en teoría, el motivo por el que la financiación se había encarecido tanto durante la crisis. Al contrario de lo que ha ocurrido con todos estos indicadores, los préstamos que conceden bancos y cajas no sólo no se han abaratado significativamente durante el último año, sino que incluso han seguido subiendo en el caso de aquellas operaciones dirigidas a particulares.

Así, según los datos oficiales del Banco de España, el TAE medio de los nuevos créditos al consumo finalizó el pasado año en el 9,52 %, 1,2 puntos más que en 2012; mientras que el tipo medio de las hipotecas contratadas se elevó al 3,16 % frente al 2,93 % registrado doce meses antes. En el caso de los préstamos para las empresas, la situación solo fue ligeramente mejor a la del ejercicio anterior: las grandes compañías lograron financiarse al 2,83 % frente al 3 % de 2012, mientras que las pymes consiguieron sus préstamos al 5,18 %, también 17 centésimas menos que en el año anterior pero, en cualquier caso, casis dos puntos más de lo pagan sus homólogas alemanas, todo un golpe a su competitividad.

Demasiados impagados

«El problema ahora es la morosidad, que aún no ha tocado techo aunque esté en cifras de récord (en diciembre cerró en el 13,6 %). Las entidades suben los tipos para cubrirse las espaldas y compensar los impagos que prevén para los próximos meses», asegura Joaquín Maudos, catedrático de Análisis Económico de la Universitat de València, investigador del Ivie y uno de los máximos expertos en el sistema financiero español.

A ello hay que sumar que la mayoría de los bancos nacionales «siguen teniendo un problema muy importante de márgenes „además de las pérdidas por la morosidad, también están sufriendo con la caída del euribor, que reduce las ganancias que obtienen con las carteras hipotecarias que arrastran de la época de bonanza„, y en muchos casos los beneficios que dan son artificiales, fruto de las operaciones con deuda pública o de la venta de participadas, que son ingresos que tienes una vez y que ya no vas a volver a tener», explica Maudos. Por este motivo, señala el experto, las entidades están reduciendo a marchas forzadas la rentabilidad que ofrecen por sus depósitos „ha pasado del 2,70 % al 1,89 % en los plazos inferiores a dos años durante el último ejercicio„ al tiempo que aumentan sus honorarios a través de las comisiones y los intereses de los créditos.

Estas explicaciones, sin embargo, no suponen ningún consuelo ni para los empresarios ni para los consumidores, que se ven obligados a pagar «precios fuera de toda lógica», en palabras del delegado de Ausbanc en Alicante, Pedro Pérez. «Los bancos ya tienen disponibilidad de dinero a un precio competitivo, ¿por qué no se lo trasladan a los clientes? ¿Para qué nos ha servido rescatar a las cajas?», insiste el también abogado.

«Los precios actuales no son razonables. Puede que se esté empezando a notar que hay más crédito pero en estas condiciones sólo sirve para estrangular a las empresas», se lamenta el presidente de la patronalCoepa, Moisés Jiménez, quien apunta que en el caso de las firmas que necesitan refinanciar su deuda la situación aún es mucho peor. «Se está pidiendo un 10 % de interés o incluso más, eso no es soportable. No son cifras nada competitivas y si las empresas de otros países tienen créditos más baratos, eso supone que estamos perdiendo competitividad», insiste Jiménez, quien recuerda que el precio oficial del dinero que marca el BCE es de apenas un 0,25 %. Por si fuera poco, desde la patronal apuntan que el encarecimiento de los préstamos a particulares sólo contribuirá a «hundir aún más el consumo nacional». «Creemos que ha llegado el momento de que el Gobierno relaje las exigencias a los bancos para que se centren en prestar dinero», señaló el presidente de Coepa.

«Es un atropello más: baja el petróleo pero la gasolina se encarece; el BCE baja los tipos a mínimos históricos pero los créditos son más caros... Está claro que hay un problema de competencia. La reestructuración del sector ha creado un oligopolio y lo vamos a pagar», asegura, por su parte, el presidente de Cepyme Alicante, Cristóbal Navarro, quien asegura que los datos del Banco de España se quedan cortos. «Ninguna pyme que se financie por debajo del 7 %», defiende el empresario que también cree que «el mercado no se está comportando de una forma racional». Lógicamente, «esto repercute en los costes de producción de las empresas y también supone un freno para la creación de nuevos negocios o el autoempleo». En otras palabras, que el crédito sigue siendo un problema.

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