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CEO de Spania GTA

«La crisis nos ha enseñado a aprovechar nuestros recursos, del carbón sacamos oro»

Domingo Ochoa tuvo un sueño y ha demostrado que es posible producir en Valencia un superdeportivo de 870.000 € que se encuentra entre los cinco mejores coches del mercado. A pesar del precio, tiene una lista de espera de un año. Ochoa, que es un emprendedor nato, insiste en que la clave está en desarrollar ideas diferentes a las de la competencia y perseverar.

«La crisis nos ha enseñado a aprovechar nuestros recursos, del carbón sacamos oro»

¿Por qué tuvo que dejar los estudios a los 13 años a pesar de que tenía un buen nivel académico?

Por razones familiares. Éramos una familia emigrante procedente de Huelva. Mi padre era albañil. A los trece años surgió la posibilidad de ponerme a trabajar con mi cuñado y con un socio en un taller de Torrent. Yo era buen estudiante. En mi época de EGB saqué en todos los cursos sobresaliente e iba un año adelantado, pero por las circunstancias familiares tuve que trabajar.

Muchos emprendedores de Estados Unidos consideran que no es importante un título universitario. ¿A usted le hubiera gustado estudiar en la universidad?

La verdad es que pese a que no estudié en la universidad, sí que aproveché mi tiempo libre y mis vacaciones. Estudiaba y hacía cursillos de mecánica. Muchas vacaciones me iba a Barcelona para seguir clases en las universidades de mecánica. Después ya se empezaron a impartir electrónica en el CEU San Pablo de Valencia. Todas las noches acababa de trabajar y me iba a seguir formándo.

¿Es muy difícil ser emprendedor en España?

El problema es que en España hay confusión con el concepto de emprendedor. Hoy a cualquiera que abre una empresa se le considera emprendedor. Hay que distinguir entre el que realmente tiene una vocación por algo y el que intenta subsistir con un negocio. Creo que la política de emprendedores en España es errónea. Eres emprendedor cuando realmente haces algo diferente que genera un salto tecnológico. Es el caso de nuestra empresa, que fabrica un producto elitista y donde la ingeniería está generada en nuestra propia casa. Esto es algo que se puede considerar emprendimiento y más en un país que no tiene esta vocación como sí ocurre en Alemania, Italia, Estados Unidos o Inglaterra. Las fábricas de automóviles en España son generalistas, la ingeniería viene de las matrices y aquí solo se ensamblan los coches. Los ingenieros españoles se tienen que marchar para desarrollar esa tecnología.

¿Qué es lo más complicado para un emprendedor como usted?

La financiación. Cuando emprendes no tienes capacidad económica, pero quieres realizar algo nuevo e innovador. Ahí están las dificultades. A nivel de financiación nadie quiere arriesgar sobre algo que es complicado. Yo pienso que cuando una persona tiene dinero no emprende nada. Las empresas grandes subsisten por sí solas. En el caso de los pequeños emprendedores como yo encontramos la dificultad de que pese a que tienes grandes ideas la financiación no llega.

El arranque les pilló en un contexto crítico. ¿Cómo lo ha superado?

La idea me surgió en 2005, un momento económico bueno aunque fuera una burbuja. Pensé en aprovechar todo el potencial que teníamos del equipo de competición. Los precedentes eran Pegaso en los años cincuenta e Hispano Suiza en los treinta. Consolidar una empresa como la nuestra en España donde no hay vocación de creación de este tipo de producto es muy complicado. Vi la oportunidad, pero la crisis nos pilló de lleno y se hizo dificilísimo conseguir la financiación. Esto nos perjudicó, pero nos enseñó a aprovechar nuestros recursos. Donde había carbón sacamos oro. Los recursos los conseguimos de amigos y de pequeños inversores. Hoy la marca está plenamente reconocida internacionalmente.

¿Llegaron a plantearse dejar España?

Nosotros vimos que sacar adelante nuestro proyecto en España era casi una utopía. Fuimos a buscar financiación a Jordania, Bahréin, Qatar y donde podía existir dinero e ilusión. Nos ofrecían la financiación, pero siempre allí. Somos españoles y queríamos demostrar que se podía hacer aquí. Hay mucha gente en España que merece creer que tiene oportunidades y nuestro ejemplo puede ser importante para muchos. Nos ha costado una barbaridad, pero hemos conseguido ser una empresa reconocida a nivel mundial.

¿En qué punto están ahora?

Entregamos unidades de la anterior versión y ahora estamos comercializando la nueva. Hemos hecho un coche realmente espectacular. La prensa internacional nos ha catalogado como uno de los cinco mejores coches del salón de Ginebra. Empezaremos a entregar unidades del Spano 2015 a final de año. Van a Singapur, Dubai, Qatar, Bahamas y Rusia. Ya tenemos toda la producción captada. Estamos en negociaciones de ampliación de capital para dar un salto cualitativo mucho mayor. Este año tenemos que entregar 8 unidades y el próximo 18. Nuestra competencia, a la que superamos en prestaciones, vende por encima de los dos millones de euros. Y hay clientes. Nuestro precio es un handicap porque la gente quiere lo más caro. Daremos un salto importante a nivel de precio en breve. Nos hemos dado cuenta de que estamos en un segmento de lujo de alto nivel y ahí el dinero no tiene valor. Nos podemos sentir orgullosos de que tenemos un producto elitista con tecnología propia.

¿Cuánto cuesta cada coche?

El precio de salida de fábrica son 870.000 euros, aunque la mayoría de las unidades que vamos a entregar supera el millón de euros porque los clientes piden extras. Pese a que pueda parecer una cifra estratosférica, realmente ese es nuestro handicap.

¿Qué es lo nuevo que ofrece?

Nosotros pensamos que para hacernos un hueco en el mercado debíamos presentar tecnologías que la competencia no ofreciera. Invertimos un 20 % de nuestro presupuesto en I+D+i. Construimos nuestros propios cristales con tecnología de opacidad y transparencia, que permiten con pulsar un botón oscurecer la luna. Nuestro sistema de chasis es único. Tenemos la primera batería del mundo de grafeno. Esto es una revolución industrial.

¿Han tenido algún apoyo de la Administración?

La Administración intentó acercarse en su momento y luego dejó de estar. No tenemos ninguna relación y tampoco nos preocupa. Ahora estamos contentos de que no hayan estado nunca porque somos autónomos.

¿Cuál es su visión de España?

Yo creo que España siempre se ha enfocado al turismo y los servicios. No es un país que haya apostado por la industria y la gente se ha tenido que ir fuera.

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