Cada vez son más las empresas valencianas que apuestan por introducirse en Portugal. Las reformas introducidas tras el rescate financiero de 2011 han permitido al país salir de la crisis y crecer con más fuerza que la media europea. Los sectores más interesantes son los del automóvil, la biotecnología, la metalurgia y las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación). Portugal ofrece costes de producción de hasta un 25 % por debajo de la media española. En el mercado portugués existen dos grandes áreas de consumo que concentran el 62 % de la población: Lisboa y Oporto. Las dos ciudades, separadas por 50 kilómetros, atienden una demanda potencial de 3,5 millones de consumidores en la zona centro y de 3 millones en la norte.

El país, según destaca un análisis de Ibercaja, posee «un clima de negocios satisfactorio». Los recientes esfuerzos para mejorar el entorno de negocios han ido dirigidos a crear unas condiciones laborales más favorables y a configurar un marco normativo que apoye la apertura comercial. El mercado portugués ofrece un entorno muy favorable a la entrada de inversiones extranjeras. Gracias a los mecanismos de flexibilidad introducidos en la economía portuguesa, es posible crear una empresa en Portugal en un solo día.

El sistema fiscal portugués es estable y mantiene un régimen muy favorable para los residentes no habituales. Un español que no haya tributado como residente fiscal en Portugal en los cinco años anteriores y que sea un profesional de una actividad considerada de valor añadido (arquitecto, ingeniero, artista o médico) puede beneficiarse de una tributación reducida al 20 % sobre sus rentas empresariales o del empleo durante diez años. El impuesto de sociedades tiene incentivos para promover la inversión productiva como la exención o reducción del impuesto municipal sobre inmuebles. El tipo base del impuesto de sociedades es del 23 %. La pymes gozan de un tipo reducido del 17 %, aplicable a los primeros 15.000 euros de beneficio. La isla de Madeira ofrece ventajas fiscales similares a las de Canarias para incentivar la inversión y su zona franca es un plataforma ideal para dar el salto a África.

Los analistas destacan que un aliciente fundamental de la internacionalización hacia Portugal es el acceso a mercados lusófonos, que tienen más de 250 millones de consumidores potenciales. Además, la economía portuguesa está muy abierta al exterior como demuestra que el comercio representa más del 75 % del PIB del país, según subraya un análisis sobre las oportunidades de negocio del país de la Cámara de Valencia. El principal socio comercial de Portugal es España. En concreto, el mercado español es el destino del 23,6 % de las exportaciones lusas y el origen del 26,9 % de las importaciones. Las exportaciones valencianas al país vecino crecieron el año pasado más de un 8 %. Alemania y Francia son los otros dos mercados más importantes para los lusos tras España. Otros socios comerciales son China, Nigeria, Angola y Brasil.

La apuesta por la calidad va cobrando mayor importancia por lo que son susceptibles de penetración todos los sectores empresariales dedicados a la fabricación de productos con un mayor componente de innovación (biotecnología y sanidad, y las industrias eléctricas y electrónica). En cualquier caso, para los empresarios valencianos los sectores con mayor oportunidad de negocio son el agroalimentario (grasas y aceites, confitería, cacao y preparaciones alimenticias) y el químico. El turismo, que concentra el 8 % del empleo del país, también ofrece grandes posibilidades de negocio. No en vano, el turismo ha sido uno de los motores de la recuperación de la economía portuguesa.

«Valoran los productos españoles»

La empresa valenciana Industrias Vijusa lleva 20 años instalada en el país a través de su filial Vijusa Portugal. Juan Carlos Cebriá, director general de Industrias Vijusa, explicó que Portugal está en plena recuperación. «Para las empresas españolas es un mercado natural» y constituye una plataforma para exportar «a otros países de habla portuguesa. De hecho, cada año crece el número de firmas que se implantan en Portugal o que exportan allí sus productos. Instalarse en Portugal tiene un coste inferior que hacerlo en otros países. Los productos españoles están bien valorados por el consumidor portugués», destacó Juan Carlos Cebriá. El directivo recordó que Portugal «ha pasado por una crisis muy importante de la que se está recuperando con grandes sacrificios. Unida a esa crisis, se han destapado grandes casos de corrupción que han lastrado la economía». Cebriá incidió en que los planes de austeridad no lo han puesto fácil. «Un IVA general del 23 % y un reducido del 13 % complican la salida de Portugal de la situación actual. No obstante, se prevé que este año su PIB suba un 2,3 %, algo más que la media europea», apuntó.