Llega el último trimestre del año y la mayoría de los principales índices bursátiles se encuentra en rojo o cerca de ello. Poco o nada queda de aquellas rentabilidades estratosféricas de finales de marzo .¿Estábamos tan bien en el primer trimestre del año? ¿Estamos tan mal ahora? ¿Qué ha cambiado en estos últimos 6 meses para ver caídas superiores al 20 % en la mayoría de índices?

Las correcciones más acentuadas vividas en este verano vienen justificadas en gran medida por el miedo a que se produzca una recesión global , siendo China el epicentro de ella. Después de la publicación de datos de estimación de crecimiento global presentados por el FMI esta semana junto al Banco Mundial, todavía es prematuro aventurar esta situación, ya que las estimaciones de crecimiento de 3,1 % para 2015 y de 3,6 % para 2016, aun siendo unas estimaciones modestas, todavía no se encuentran en niveles recesivos.

Sin lugar a dudas, China y el resto de países emergentes añaden riesgos globales a los mercados financieros de todo el planeta y que anteriormente no teníamos, pero en los mercados financieros siempre han coexistido elementos de incertidumbre económica, social y política, tanto en mercados alcistas como bajistas. Es obvio que los riesgos al crecimiento mundial aumentan cuando tenemos un enfermo que representa el 16 % del PIB mundial pero también es cierto que donde hay incertidumbre, suele haber oportunidad.

Respecto a zonas que pueden representar oportunidad después de las correcciones vividas durante el verano, Europa podría estar dentro ellas cotizando por debajo de 13xPER y con dividendos por encima del 4 %. Además de encontrarse bajo el efecto de diversos catalizadores, que han hecho del primer semestre de 2015 un periodo en el que la mayoría de compañías europeas ha aumentado beneficios entorno un 20 %. Estos catalizadores siguen vigentes en la actualidad siendo fundamentalmente tres: financiación empresarial en tipos de interés cercanos a cero, precio de petróleo en niveles cercanos al mínimo del año y una relación de divisas ?/$ que todavía se encuentra un 13 % por debajo de octubre del pasado año favoreciendo a las exportaciones de las multinacionales europeas y sus cuentas de resultados.