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¿Sándwich o tostada?

as finanzas y la contabilidad no gustan. Y para muchos emprendedores son un quebradero de cabeza, un mal necesario. «Lo importante es la idea, satisfacer al cliente mejor o de forma diferente; y no los números». Cierto. Pero los números son la consecuencia de la ejecución de esa idea, y hay que entenderlos para poder gestionar mejor cualquier proyecto.

En mi experiencia como profesora de Contabilidad y Finanzas, tanto para universitarios como directivos y emprendedores, utilizo con frecuencia el símil del sándwich y la tostada para ilustrar la importancia de la caja, y lo crítico que es entender los flujos de entrada y salida de dinero en tu actividad.

Una empresa es como el jamón de un sándwich o una tostada. Las rebanadas de pan son los clientes y proveedores de la misma.

Comprar a crédito

En determinados entornos, nuestra empresa está en un sándwich. Esto ocurre en entornos B2B (business to business), donde compramos a crédito a nuestro proveedor, y vendemos a crédito a nuestro cliente, que no es el cliente final. En este contexto, tenemos una rebanada de pan por cada lado (que de forma figurada ilustra el plazo de cobro y pago).

Otros entornos, como el B2C (business to customer), son más asimilables a una tostada. Los clientes pagan al contado (no hay rebanada de pan por arriba) y la empresa paga a crédito a los proveedores.

Lo que nadie nos cuenta cuando arrancamos un proyecto es qué podemos encontrarnos en la situación de tostada que ha caído boca abajo (sí, la Ley de Murphy se cumple): tenemos que pagar al contado al proveedor, porque cuando empezamos a trabajar con él no nos conoce y no tenemos garantías que ofrecerle y, si queremos captar clientes, tendremos que ofrecerles beneficiosas condiciones de pago.

Para poder sobrevivir, necesitamos tener pulmón, caja suficiente para arrancar, hacer pedidos y esperar a que los clientes empiecen a pagar. No quedarnos cortos en nuestras estimaciones iniciales es vital.

Una de las primeras cosas que enseñamos a nuestros alumnos emprendedores es a analizar y prever cuánto tiempo estará su proyecto en situación de tostada boca abajo y cuándo podrán, como mínimo, convertirse en sándwich.

Porque, por muy bueno que sea el jamón, con pan se digiere mejor.

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