Los primeros quince días de octubre han supuesto para el Íbex-35 el inicio de la recuperación tras el descenso iniciado en agosto. Se alcanzó un nuevo mínimo anual el 24 de septiembre en los 9.291,4 puntos, que deja atrás, a pesar de encontrarse con una resistencia en los 10.300 puntos en los últimos tres meses, los 11.866 puntos del máximo anual. Por otro lado, encontramos al Índice General de la Bolsa de Valencia en proceso de recuperación, tras la subida del 6,48 % en lo que va de octubre hasta los 1.239,80 puntos, nivel similar al inicio del ejercicio 2015. Su máximo anual lo encontramos en los 1.506,88 puntos el 13 de abril.
Ambos índices se encuentran en niveles interesantes para iniciar una recuperación tendente a la media del ejercicio, lo que se ha visto reflejado en el volumen de negocio de la bolsa española con 744.537 millones de euros negociados, un 21,4 % más. La renta variable alcanzó los 62.859 millones de euros en septiembre, con un incremento del 1,3 % más que hace un año, siendo su mejor septiembre desde 2009.
Durante esta semana se ha conocido el IPC correspondiente a septiembre, con una variación anual del -0,9 %, y sigue viéndose fuertemente afectado por el comportamiento del precio de la electricidad (-4,4 %) junto a carburantes y lubricantes (-6,4 %). Tras este mes, la tasa anual del IPC se sitúa en el -1,1 %, 6 décimas inferior a agosto. También se publicó el Índice de Confianza Empresarial (INE) que refleja que el 21 % de los gestores consideran favorable el comportamiento en el último trimestre, aunque se demuestran algo más cautos de cara al final del año (19,5 %).
La actual situación de bajos tipos de interés en los depósitos bancarios, que son los productos preferidos por los inversores españoles para canalizar su ahorro, según las estadísticas de activos financieros de las familias, hace que se planteen otros vehículos de inversión que ofrezcan una mayor rentabilidad (fondos de inversión, inversión directa en bolsa, planes de pensiones, etc.) que siempre deben ser analizados considerando el binomio riesgo-rentabilidad máximo al que se quieren exponer y su perfil inversor.
