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Historias de empresarios

Vicente Boluda: El armador valenciano diversifica y se sube a las ondas

Vicente Boluda. Eduardo Ripoll

E n vísperas de cumplirse un siglo del arranque en el negocio que puso en marcha Vicente Boluda Marí, aquel visionario y emprendedor que a principios del siglo XX invirtió la herencia familiar en comprar un remolcador a vapor para prestar servicios a barcos del puerto de Valencia, su nieto continúa viendo negocios en todo lo que flota en el mar. Aunque también en otras actividades. Vicente Boluda Fos (Valencia, 1955), actual timonel de la corporación marítima, propietario del primer grupo naviero privado del sector en España, supo romper el difícil proceso de transición de la empresa a manos de la tercera generación consolidando un modelo de gestión como administrador único que no le ha ido mal; si bien ya comienzan a meter cabeza en la compañía sus hijos Vicente e Ignacio Boluda Ceballos „formados en prestigiosas universidades de España, Estados Unidos y México„ en algunas de las sociedades participadas por este gran «holding» familiar.

Mientras otras sagas de larga tradición marítima como los Pérez-Maura o años antes, Tapias, abandonan actividades vinculadas con los buques, el empresario valenciano no ha dejado de crecer desde que tomó el mando del grupo en los años ochenta. Abogado y máster en Derecho Marítimo, a la sazón presidente del lobby Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda Fos tomó las riendas de la empresa apostando por la internacionalización y la diversificación de sus actividades para permitir crecer y convertirla en lo que es hoy, una de las compañías de referencia en servicios marítimos globales, con presencia en todo el litoral español, Portugal, Francia, Italia, costa occidental de África, Océano Índico y Latinoamérica. Los primeros pasos en el exterior fueron en Libia del coronel Gadafi, donde se llegó a consolidar una flota considerable de remolcadores y petroleros.

Ha llegado a contar con la mayor flota controlada por un solo empresario en toda Europa, siendo la segunda del mundo en remolcadores (215 buques) y la tercera del continente en salvamento marítimo con una facturación anual cercana a los 450 millones de euros. Además, posee una flota de 10 portacontenedores, 22 petroleros y barcazas de suministros y explota cuatro terminales marítimas.

En su dilatada trayectoria profesional no han faltado negocios de diversificación. Fue presidente de Aguas de Valencia y uno de sus socios de referencia durante una década de la firma hídrica. También ha gestiona una flota de aviones en Canarias, un negocio que abandonó. Además, el armador diversifica su negocio alimentario con una marca de aceite tras crecer en vinos (Bodega Fos, en La Rioja). El grupo también invierte en el sector oleícola tras adquirir olivos en l'Alt Palància. Sus hijos participan también en esta área de negocios.

Los negocios del actual heredero de la saga familiar, amigo personal del rey Felipe VI, han crecido exponencialmente desde que el naviero aumentara su notoriedad y proyección pública a lo largo de las dos últimas décadas, lo que contrasta con la discreción y timidez en sus primeros años de quehaceres profesionales. Fiel a la tradición de su abuelo, quien por ciento nunca se jubiló ya que aseguraba que siguió cotizando a la Seguridad Social hasta los últimos días de su vida „y murió casi a los cien años de edad„ el alma mater del Grupo Boluda continúa siendo la actividad de remolcadores. Esta representa alrededor del 40 % de su cifra de negocio, lo que todavía hace patente la fuerza expansiva que ha sabido imprimir a sus actividades empresariales. Quizás sea una factor clave en la estructura de una corporación que, como casi todas las empresas, ha tenido vaivenes por la crisis de Unión Naval Valencia „ya desmantelados y solo con actividad de reparación de barcos„, el precio pagado por el astillero de Marsella o la abultada deuda generada por el grupo, que ha podido refinanciar, durante los duros años de la crisis. El grupo consiguió crecer en facturación y volver a la senda de los beneficios durante 2014 tras arrastrar «número rojos» a lo largo de varios ejercicios.

Patrono de la Fundación Real Madrid, y socio del club merengue desde 1998, ocupó la presidencia del citado equipo durante la temporada 2008/2009. En el año 2017 tocan elecciones en el Santiago Bernabeu, aunque asegura que no piensa remover el sillón a Florentino Pérez. Además, ha desembarcado en el 6,8 % de la propiedad de la Cope, la cadena de la Conferencia Episcopal Española. También es socio de El Economista y Valencia Plaza. La compra de este importante paquete accionarial en la Cope se produce después de varios ejercicios de importantes proceso de reestructuración en Boluda Corporación Marítima. ¿Cuál será su proxima aventura empresarial?

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