Ramón y Miguel Ángel Garcerá son los propietarios de Granja San Ramón (ubicada en Requena), una de las explotaciones lácteas más modernas e innovadoras de España cuya producción anual ronda los 18 millones de litros de leche y su cifra de negocio es algo superior a los 10 millones de euros. En medio de la crisis que azota al sector en toda la Unión Europea —y a España en particular— debido a una caída de precios sin precedentes y que aboca al cierre a miles de pequeñas explotaciones, la empresa familiar consigue mitigar la dura coyuntura junto con otras implantadas en la Comunitat Valenciana debido al mayor tamaño y la eficiencia en su sistema de producción. Según los gestores de Granja San Ramón, «todos estamos afectados por el hundimiento de los precios, tanto los del norte de España [que aglutina la mayor cuota de mercado] como los de la Comunitat Valenciana, quienes hemos tenido que mejorar la gestión al soportar mayores costes de producción que en otras regiones debido a los gastos en pienso y la carencia de tierras de pastos», explica Ramón Garcerá.

El coste de producir un litro de leche en la Comunitat Valenciana es de 0,36 euros por litro y el de venta se sitúa en unos 0,31 euros; por lo que los ganaderos valencianos pierden unos cinco céntimos por cada litro de leche producida.

El reparto de la ayuda estatal que acaba de aprobar el Gobierno se hace aproximadamente entre 5.600 de las 17.000 explotaciones existentes, de las cuales 1.700 se consideran las más afectadas por la reducción de precio. Estas recibirán 300 euros por vaca mantenida, con un máximo de 10.000 euros, y las 3.900 explotaciones restantes, también afectadas pero no tan vulnerables, recibirán 110 por vaca. Ninguna de las granjas de vacuno de la Comunitat Valenciana percibirá dichas ayudas, denuncia la Unió de Llauradors i Ramaders. El grueso de las subvenciones, concretamente más del 83 %, irá a parar a Galicia, el 7 % a Cantabria, el 4 % a Asturias y el resto a otras comunidades autónomas.

El dinero, unos 20 millones de euros, se ha asignado por liquidaciones del precio de la leche sin tener en cuenta los costes quedan fuera los productores valencianos, un sector muy mecanizado, con elevadas inversiones y escasas alternativas de mercado diferentes a la industria láctea. «Se suponía que la ayudas se darían a todas las explotaciones que vendieran por debajo de los costes de producción. Pero al final, el ministerio han tenido en cuenta los litros de leche de las vacas valencianas. El rendimiento es superior aquí y por eso nos hemos quedados sin ayudas», advierte Ramón Garcerá.

Con todo, los productores valencianos confían en la pronta publicación de las ayudas del Programa de Desarrollo Rural (PDR) para paliar la ausencia de fondos estatales, según Guzmán Vicente, responsable del sector del vacuno de la Unió de Llauradors.

De cara al futuro, el propietario de Granja San Ramón sostiene que el acuerdo alcanzado entre el Gobierno, la industria y los productores podría mejorar la situación de los precios durante los próximos meses. «Aunque no se puede fijar precios mínimos porque Competencia no lo permite, sí se pueden repartir mejor los precios entre todos los eslabones de la cadena de producción, en función de los costes», puntualiza Garcerá. Además, asegura que «los precios ya han tocado suelo« y prevé que en 2016, tal como reflejan los indicadores de demanda mundial de leche, «existen buenas perspectivas». Además, asegura que el sector avanzará en los procesos de concentración de explotaciones para mejorar la rentabilidad y conseguir mayores ventas.