Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tribuna

El bróker «fuma-billetes»

¿Qué aficionado a la Fórmula 1 no ha soñado con conducir un Ferrari? ¿Qué aficionado al fútbol no ha querido marcar alguno de los goles de Messi o Cristiano Ronaldo?

¿Qué aficionado a la Fórmula 1 no ha soñado con conducir un Ferrari? ¿Qué aficionado al fútbol no ha querido marcar alguno de los goles de Messi o Cristiano Ronaldo?

En todos los ámbitos de nuestra vida buscamos referentes en los grandes campeones. Nos gustaría pilotar como Fernando Alonso, aunque usemos un coche familiar. Nos encantaría marcar goles como Messi o Cristiano Ronaldo, pero nos conformamos con meter un gol, aunque sea de penalti, en el partidillo con los compañeros.

Otro tanto podríamos decir sobre nuestros ahorros e inversiones. ¿A quién no le gustaría seguir el ejemplo de Warren Buffett o de George Soros? ¿Quién se negaría a entrar en la lista Forbes? Obviamente, nadie. Pero no todos somos Alonso, Messi o Ronaldo, ni mucho menos Buffett. Está muy bien pensar a lo grande y querer la luna, pero es mucho más sano vivir con los pies en la tierra. Y es posible hacerlo.

Cuando se piensa en la bolsa, a muchos les gustaría imitar a los grandes brokers de las películas de Hollywood, quienes se arriesgan a invertir tratando de adivinar cómo se comportará un valor determinado. Y este modo de actuar sería lo mismo que conducir un utilitario como si fuera un Ferrari.

Para invertir en bolsa, sin duda el activo más interesante a largo plazo, hay que olvidarse de los golpes de suerte, que solo se dan en la ficción y en el cine. La inversión de nuestros ahorros es algo suficientemente serio para no hacer apuestas; apuestas sin ninguna base que las sostenga más allá de la intuición.

Y precisamente para ello existen los fondos de inversión: proporcionan la vía de acceso adecuada a la bolsa para nuestros ahorros. A través de los fondos de renta variable invertimos en bolsa, pero de forma diversificada y apoyándonos en la gestión de un profesional. ¡No se debe jugar a la ruleta cuando hablamos del futuro de nuestra familia! ¡Ni tampoco podemos conducir un automóvil en el que va nuestra familia como si llevásemos un Ferrari!

Por eso es conveniente no pretender convertirse en el broker «fuma-billetes» de Hollywood y tratar de mantener los pies sobre la tierra, eso sí, aspirando siempre a conseguir la luna. Y es posible conseguirlo.

Compartir el artículo

stats