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Desde el campo

El sector tiene más ilusión

Todo cambio de gobierno, sea del signo que sea, siempre implica nuevas expectativas entre los administrados y máxime además tras tantos años en el poder. El proyecto de presupuestos del próximo año era el primer termómetro para mesurar el grado de apuesta y decisión del nuevo equipo agrario de la Generalitat aunque en su descargo también hay que decir que han debido preparar unas cuentas en muy poco tiempo y con una deuda galopante. Podemos dar ya unas pequeñas pinceladas. El aumento del 3,7 % del presupuesto agrario para 2016 no satisface las necesidades de un sector tan estratégico y con una crisis de rentabilidad tan elevada en el primer eslabón de la cadena como es el del productor. La diferencia al alza es de una cantidad que no llega ni a los 8 millones de euros. Si nos circunscribimos al presupuesto estrictamente agrario de la Generalitat se sitúa por volumen económico en la penúltima posición, por delante sólo de la nueva Conselleria de Transparencia e incluso superado por el de Presidencia. En materia agraria el presupuesto supone el 1,24% del total del presupuesto de la Generalitat cuando en 2002 era del 4,62%. El descenso presupuestario en estos quince años es superior al 73%.

Estas cifras ponen de manifiesto que incluso con un cambio de gobierno las políticas de mejora y competitividad para el sector agrario no han sido prioritarias para los diferentes Consells de la Generalitat y sólo cabe confiar que estemos ante un año marcado por la deuda y la premura tras las elecciones autonómicas y que haya un verdadero cambio en positivo. De lo contrario no pueden salir de la grave crisis los productores porque están perdiendo competitividad en los mercados y capacidad inversora, con la consecuente pérdida de la rentabilidad de sus explotaciones. Para La Unió es una evidencia que mientras el resto de Consellerias del nuevo gobierno han adoptado gestos o medidas ilusionantes, Agricultura ha hecho todo lo contrario. En el caso de Agricultura la decisión más destacable ha sido negativa para el sector: no anticipa el pago de las ayudas de la PAC como sí han hecho otras comunidades autónomas. Destacar también el el nivel alarmantemente bajo de recursos para el IVIAcuando el nuevo Gobierno parece apostar por el I+D+I o la poca dotación para Sanidad Vegetal que dispone de una exagerada merma de personal y de recursos para hacer frente a las graves amenazas que tiene la agricultura valenciana en materia de plagas y enfermedades. Confiemos en que estos presupuestos sienten las bases para evitar ese derrotismo. Somos conscientes de la coyuntura económica actual, y más la de la Generalitat Valenciana sin recursos económicos suficientes por una infrafinanciación injusta, pero los pocos fondos existentes se podrían redistribuir de forma más eficiente en beneficio del sector. Y aquí tendrán toda la colaboración de la Unió.

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