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Reportaje

Valencia para millonarios: un fin de semana por 125.000 euros

La Valencia del lujo busca su protagonismo en un modelo turístico que se ha ido deslizando hacia el «low cost»

Valencia para millonarios: un fin de semana por 125.000 euros

Valencia busca nuevos modelos de referencia. En movilidad, en ordenación urbana, en comercio. Y también en turismo. Desde hace años los hoteleros de la ciudad claman por elevar la rentabilidad de un formato que se está dejando llevar peligrosamente al low cost, al aluvión de visitantes. Por evitar la comparación con Barcelona, que compite en otra liga, un dirigente hotelero pone como ejemplo Sevilla: 25 euros más caro de media por noche y turista.

De un tiempo a esta parte, un grupo de empresarios (hoteles, restaurantes, tiendas de lujo, agencias, servicios) busca introducir un nuevo concepto turístico. O, al menos, ofrecer otra imagen. «Nunca hemos competido [Valencia] como turismo de lujo. El hecho de que nos hayamos constituido responde a que había una necesidad. Valencia está en el momento de definir el modelo para la ciudad. El turismo masificado es dañino para el destino».

Habla Ana Merelo, presidenta de Valencia Premium, un grupo de empresarios que busca hacerse un hueco en el mercado. «Valencia Premium es la voluntad de crear una marca turística de prestigio», añade. Buscan un «cliente exigente», que busque «experiencias diferentes, personalizadas». Ese público alemán, holandés o suizo más interesado en el atractivo cultural, arquitectónico o gastronómico.

Salvando las distancias con los grandes destinos, el millonario ruso o árabe que se acerque a Valencia desde Puerto Banús o Madrid en AVE o cualquier turista de alto poder adquisitivo tiene margen para pasar un fin de semana sin reparar en gastos y a la altura de sus expectativas. Por 125.000 euros, por ejemplo.

El inicio de este fin de semana de superlujo arrancaría en la estación Joaquín Sorolla, un viernes por la tarde. A las puertas del AVE, un coche de lujo con chófer, un Rolls Royce pongamos por caso, como los del rent a car Autogolden, a 800 euros por franjas de ocho horas. Por dos días a disposición de esta ilustre pareja de visitantes, unos 5.000 euros.

Para la primera noche, la Suite Real del Westin puede ser un entorno acogedor. Se trata de la habitación más grande de la ciudad, decorada por Francis Montesinos y con jacuzzi exterior. Demi Moore, Michael Jordan o Bruce Springsteen la han ocupado. Son 4.250 euros diarios en temporada alta.

Este edificio de más de un siglo de la Valencia de la Exposición es un buen campamento base para pasar la mañana en el centro. Con Bernd Knöller, por ejemplo, chef del restaurante Riff (estrella Michelin), que por 250 euros te lleva de compras al Mercat Central, te ayuda a cocinar un plato y menú en el local de la calle Conde Altea (500 ? la pareja).

Si le roba tiempo a la sobremesa, un personal shopper de Maximice Events Group puede llevar a la pareja de la mano por Poeta Querol, la calle comercial por excelencia, a conocer alguna de las tiendas más exclusivas de joyas, ropa o relojes. Ahí el gasto va a gusto del cliente. Pongan la cifra. Un bolso de Loewe pueden ser 2.000 euros. Pero Lladró puede ofrecer el mejor recuerdo de la visita a Valencia, como el «Mi amado ángel», una de sus figuras con mejor acogida. Son 1.500 euros. El que se encapriche de la joya de la corona, «La reina del Nilo», deberá desembolsar más de 100.000.

El primer día terminaría en el Palau de les Arts. La ópera puede ofrecer un momento inolvidable con un tour privado de 50 minutos por todos los rincones del auditorio, unas copas de cava y un recital de piano y voz. Un momento tasado por Les Arts en 980 euros antes de pasar al restaurante Vertical, un estrella Michelin con vistas a la obra de Calatrava. Se trata de una de las ofertas de comida moderna más exclusivas, con Jorge De Andrés a la cabeza, miembro de una saga que también regenta la Sucursal y Coloniales Huerta. Un ticket sin estridencias puede rondar los 300 euros por pareja, por hacer una aproximación. Los excesos monetarios con una amplia carta de vinos dependen de cada cual. Y de ahí a las Arenas, para despedir un día agotador con cambio de hotel y de vistas, ahora al mar, desde de la suite presidencial Malvarrosa (3.500 euros en temporada alta).

El domingo puede arrancar con el relajante recorrido termal del antiguo balneario o con una ruta personalizada como las que realiza Valencia Guías sobre arquitectura contemporánea por las obras de Norman Foster (Palau de Congressos), Vázquez Consuegra (MuVIM) o David Chipperfield (Veles e Vents).

Para recuperar fuerzas y continuar impregnándose de la fachada marítima de la ciudad, Casa Montaña es una apuesta segura para disfrutar de una cata. Un local de tradición y un público exigente, con una carta de vinos que ofrece caldos de hasta 5.500 euros. Y antes de volver al AVE, una visita a Ricard Camarena, en el corazón del barrio popular Russafa, para despedirse de Valencia con cocina de vanguardia a base de materia prima del terreno. Su menú largo con maridaje satisface a cualquiera por unos 450 euros la pareja. Aunque si quiere un capricho antes de volver puede elevar la cuenta mil euros con un champán francés Krug Clos du Mesnil 2003 de 1.000 euros.Un viaje exprés por una Valencia exclusiva que busca hacerse un hueco entre los grandes destinos nacionales.

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