Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Opinión

Vuelta a empezar

Tres décadas después, Andrés García Reche vuelve a tener en sus manos el torcido futuro de los institutos tecnológicos. Aquel alumbramiento gestado en el Ivace, que bien amamantado consiguió convertirse en el alumno aventajado de la clase, salir en el cuadro de honor y ser espejo de otros proyectos, como la red de institutos tecnológicos tejida en el País Vasco, no ha conseguido superar la crisis de los treinta.

Del último cumpleaños solo han quedado malas noticias. Aquella potente red de la innovación ha terminado atenazada por una investigación sobre el uso de las ayudas de la Unión Europea que ha afectado, de momento, a dos institutos finiquitados, el de óptica, Aido, y el de la construcción, Aidico. Aunque también hay que reconcer que los hay que, más o menos, siguen cumpliendo csu guión original. incluso han flotado durante la profunda crisis que ha hundido a los sectores industriales para los que trabajaban „textil o calzado„ .

Por medio ha habido una propuesta del anterior conseller de Economía, Máximo Buch, de forzar una red de alianzas entre los centros para reducir los costes en forma de fusiones que tampoco ha conseguido cuajar.

Y al final del camino ha quedado una deuda conjunta de 43 millones de euros muy difícil de gestionar por la caída de ingresos. Y por supuesto, por el recorte de fondos públicos, que se ha reducido en los últimos cuatro años a 20 millones, algo menos de la mitad.

Esta situación de agonía económica y la falta de planificación ha terminado por anestesiar a muchos de los centros „aunque lógicamente hay excepciones„ que han dejado de cumplir el papel para el que fueron paridos.

Un dirigente empresarial valenciano, que reconoce que los institutos tecnológicos son «una herramienta fundamental para la progesión de las pequeñas y medianas empresas», también cuestiona su forma de funcionar. «Hay un problema de coordinación y de utilizar sinergias, no deben competir entre ellos».

El actual presidente de la Generalitat, Ximo Puig, tenía desde hace meses en la cabeza la intención de darle la vuelta al calcetín tecnológico „que actualmente lleva varios «tomates». Tras salvar las primeras reticencias del «mestizaje» en la conselleria de Economía de Rafael Climent, que veía como le arrancaban otro trocito de competencias, el Molt Honorable ha puesto bajo su manto el alto consejo consultivo de la innovación que liderará García Reche, germen de la futura Agencia Valenciana de la Innovación.

La tarea no es fácil, ya que no basta con simples remiendos. Y la idea es que desde el consejo, como se dijo el pasado jueves, salga la estrategia de la innovación de la Comunitat Valenciana „cuidado con pisar los callos por segunda vez„ para mejorar la competitividad de las empresas.

En abril, dicen, habrá estrategia.¿Y presupuesto? Pero eso es otra historia.

Compartir el artículo

stats