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José Vicente González, el marino deslumbrado por Leonardo

José Vicente González es presidente de la patronal autonómica Cierval y de Feria Valencia. germán caballero

José Vicente González tiene un sueño que no podrá cumplir hasta dentro de cuatro años, cuando,ya con 73, deje la presidencia de la patronal autonómica Cierval: instalar en su casa de Dénia un taller y reproducir a escala algunos de los inventos de su idolatrado Leonardo da Vinci. Las herramientas ya las ha comprado. Así que solo le falta tiempo. Capacidad de trabajo le sobra a este empresario hecho a sí mismo que doce años después de su salto a la esfera pública se ha convertido en líder empresarial de la autonomía casi sin discusión y en el dirigente valenciano con mayor influencia en las casi cuatro décadas de vida de la gran patronal española CEOE, de la que es vicepresidente.

Quienes lo conocen de cerca no dudan en definirlo como un «trabajador incansable», una persona que a las siete y media de la mañana abría la empresa „GH Electrotermia„ y, como era el último en marcharse, la cerraba también. Si la patria es la infancia, González se empapó de esa cultura en casa, el hogar formado por una familia modesta que fue prosperando por el empuje de un padre cuya gran «heroicidad era trabajar», según suele afirmar González. Los progenitores del también presidente de Feria Valencia fueron emigrantes. Ella, ama de casa, nació en Cuenca. Él vino al mundo en Griegos, una población en la Sierra de Albarracín de Teruel que hoy apenas tiene 140 habitantes. Tras participar en la Guerra Civil y encadenar el duro servicio militar del primer franquismo, recaló en Valencia, donde empezó a trabajar en Macosa, la actual Vossloh. «Era un luchador», según su hijo, que aún recuerda verle estudiando por las noches en casa. Ese afán formativo, que González lleva por bandera tanto en la empresa como en sus discursos como dirigente patronal, le condujo a estudiar por correspondencia la carrera de delineante y luego a hacerse técnico en dirección de empresas. También a trabajar en Laboratorios Radio hasta su jubilación.

Tanto esfuerzo permitió que los dos hijos de la familia pudieran tener buenos estudios. José Vicente González empezó a trabajar a los 16 años en Gurrea Hermanos (GH) , la empresa dedicada a la fabricación de equipos de calentamiento por inducción fundada en 1961 por esa familia valenciana. En sus inicios, más como aprendiz que otra cosa, compaginó el trabajo con los estudios de perito industrial, que más tarde completó con un master en Administración y Dirección de Empresas. GH ha sido toda su vida profesional. Su ascenso fue rápido y en los setenta tomó el relevo en la gerencia de la empresa tras el retiro de Francisco Gurrea. Bajo su impulso, la compañía se trasladó de la calle del Palleter de Valencia a San Antonio de Benagéber, creó un departamento de I+D nada usual por estos lares a mediados de los ochenta y puso en marcha la internacionalización que ha llevado a GH a medio mundo, desde Alemania y la India a China, Brasil, y Estados Unidos. Así, luego ha podido predicar con el ejemplo. Cuando en 1990 los Gurrea vendieron la empresa, González ya era propietario de algunas acciones cedidas por esta familia de empresarios en pago a sus buenos servicios. El grupo austriaco Elin duró solo seis años y entonces González y los restantes directivos, bajo la fórmula del management by out, se quedaron con el 30 % del capital. El resto lo tomó el Natwest Bank, que en 1999 vendió su parte a la Corporación IBV (propiedad del BBVA e Iberdrola) que, a su vez, en 2012 dio paso al fondo de inversión catalán Miura. González se jubiló recientemente como presidente de GH, aunque sigue como consejero.

De ese mundo emergió hacia el ámbito público en 2003, cuando fue elegido presidente de la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (Femeval). Se resistió, según cuentan quienes le empujaron a dar el salto desde la presidencia del instituto tecnológico Aimme, que ocupaba desde dos años antes, pero a partir de entonces su ascenso en el entramado patronal fue meteórico. Primero la presidencia de la provincial CEV, entre 2005 y 2011, y, desde ese año, la de la autonómica Cierval, donde fue reelegido el pasado julio. Además, en octubre de 2013 se hizo cargo de Feria Valencia, que ahora trata de rediseñar. El legado recibido en esa institución ha sido más que conflictivo, con sobrecostes multimillonarios que investiga la fiscalía. Ya le tocó resolver una situación similar en la CEV a cuenta de un escándalo en los cursos de formación de los años noventa. En ambas situaciones se arremangó en la búsqueda de soluciones sin señalar culpables ni mirar hacia atrás.

Dicharachero, buen conversador y afable „aunque sus colaboradores mencionan que, si es menester, le sale el mal genio„ nunca dice nada que no quiera decir. Son algunos rasgos distintivos de su carácter, al igual que su tendencia a ir por libre: «Escucha, pero actúa de forma independiente y a veces hay que reconducirlo para que vea que actuamos en grupo», explica un empresario con muchas batallas a su lado. En su forma de ser y en sus manifestaciones se aprecia un claro talante progresista que ha llevado a algunos a considerarle un empresario de izquierdas. Pero sus tendencias políticas son una incógnita. En el ámbito público mantuvo buenas relaciones con los gobiernos del PP, incluido el de Francisco Camps, y ahora, al menos de momento, con el del PSPV y Compromís. Con los sindicatos se lleva bien. Frugal, gran fumador y políglota, aunque no suele hablar en valenciano, este padre de dos hijas y ya abuelo, avezado lector de libros de historia, tiene una afición superlativa por el mar. Con su barco de 16 metros de eslora y tres camarotes, cada verano desconecta un par de semanas surcando las aguas del Mediterráneo. Hubo una época, antes de comprarse su casa de Dénia, en que el barco le servía de alojamiento. Cuando llega a Ibiza, no se hospeda en hoteles. Duerme en el navío por puro gusto, también en algunas ocasiones cuando está anclado en la localidad alicantina. Es un buen refugio para cuando le llegue la jubilación pública, como las maquetas del genio del Renacimiento al que considera «el summum de la inteligencia».

* José Vicente González pronunciará el próximo 30 de noviembre una conferencia dentro del ciclo sobre «Economía valenciana: desafíos y oportunidades» que organiza el Club Mercantil Diario Levante.

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