Los datos macroeconómicos concluyen que la C. Valenciana crece por encima de la media español. ¿En su despacho también consideran que la situación ha mejorado?
Es indudable que la situación ha mejorado respecto de los últimos años y eso tampoco es que sea extraordinario. ¿Nos podemos olvidar de los problemas? Yo creo que no. La crisis ha arrasado los pocos sectores industriales que quedaban. Ahora hay que reconstruir o contruir un nuevo modelo y eso costará mucho tiempo. Difícilmente estaremos a un nivel de riqueza de hace cinco años hasta dentro de mucho tiempo. Y espero que lo consigamos pero tendrá que ser en base a un tipo de pilares de crecimiento distintos.
¿Cuáles son los puntos débiles y fuertes de la economía valenciana?
En estos momentos una parte relevante del movimiento que ha habido ha sido con cierto carácter especulativo inmobiliario, que se ha aprovechado de los precios bajos y las gangas. Su origen son fondos de inversión que vienen de fuera y que tratan de aprovecharse de costes muy bajos y con la espera de que remonte. Esa inversión, aunque genera compras, actividad y riqueza a personas que necesitan de esos negocios, tiene una función multiplicadora muy reducida.
¿Y en sectores como la tecnología o la industria se observa cierto movimiento?
Muy poco. Porque los frutos se recogen en el medio plazo y ahí hablamos de diez a quince años. Creo que hay movimientos en términos de innovación de gente que, como parte de la nada, trabaja en ideas nuevas pero solo unos pocos tendrán éxito y serán los que empujarán dentro de ocho o diez años.
¿Notaron la crisis y ahora el incremento de trabajo?
Hemos notado mucho la crisis, contra lo que se pueda decir de los despachos de abogados. Es verdad que somos un bufete grande y durante la crisis nuestros departamentos de procesal y laboral han tenido más trabajo de lo normal y los de mercantil y fiscal menos. Nos han desaparecido clientes y en general los empresarios han tendido a la reducción de costes y eso nos ha afectado. Ahora, desde hace un año, notamos más actividad pero no de una manera trascendente. Hay muchas empresas que les cuesta obtener resultados. El sector agroalimentario, automoción y logística van muy bien pero el resto...
Y el sector público no es especialmente atractivo...
El sector público ha generado un efecto restrictivo, se han recortado los presupuestos y eso se ha traducido en impagos a empresas y falta de contratación. La administración no ha sido un motor de crecimiento en los últimos años.
Como experto en fusiones. Se achaca a las empresas valencianas que son muy pequeñas para internacionalizarse. ¿Hay interés en las Pymes en fusionarse para salir?
No. En el ADN del empresariado en general, también en el valenciano, asumen que han de crecer pero antes van a una financiación externa vía bancos o capital riesgo y fondos de inversión que buscan el tamaño con fusiones con la competencia. Los problemas que se generan con estas actuaciones lo hacen inviable.
Por sus palabras entiendo que es más positiva una fusión que recurrir al crédito.
Podría serlo. Más positiva si conseguimos el mecanismo de funcionar juntos. Dos empresas bien gestionadas y con una ambición común de salir al exterior se supone que podríamos hacerlo mejor. Pero los problemas suelen estar en la cúpula.
¿A la C. Valenciana le puede beneficiar la independencia de Cataluña?
Creo que no, al contrario. Podría perjudicarle especialmente porque tenemos un tapón hacia Europa y el volumen de transacciones económicas es muy grande.
