Nacida en Valencia en 1968, Talens estudió magisterio y psicología. Tras pasar por Ros Casares, lleva 13 años como gerente del departamento de salud y dirección de personas de SPB, el interproveedor de Mercadona fabricante de productos de limpieza para el hogar.
Usted defiende un concepto de bienestar para los empleados denominado Fórmula Wellness. ¿En qué consiste?
Tiene como objetivo que el trabajador sea agente de su propia salud, es decir, que detecte, prevenga y promueva hábitos saludables en su vida y los comparta con su entorno social. Es un proyecto estratégico y transversal en la compañía, porque es impulsado desde todos los departamentos. Hay un equipo, el Equipo Wellness, formado por el director general y por los quince directivos de los distintos departamentos. Este equipo es el que aprueba las acciones que proponen los comités Wellness, de los que hay seis. Uno de ellos tiene por objetivo generar conversaciones y hábitos de alimentación saludable entre los trabajadores. Hay otro que es el de salud, que hace campañas de aquellos temas que interesan a los trabajadores. Hay uno de deporte, que busca incrementar la práctica deportiva entre los empleados y sus familiares. Los otros tres son el de voluntariado, el de bienestar —hemos hecho clases de yoga y cursos de meditación, pilates— y el de diversidad, igualdad y conciliación. Cada comité está formado por empleados de cada uno de los centros de producción de la compañía y por un representante de los stakeholders, es decir proveedores, clientes, representantes de la administración y ONG con los que colaboramos porque pretendemos que el proyecto tenga impacto en la sociedad.
¿Y cuáles han sido los resultados?
Tenemos participando a unos 200 trabajadores en las 55 acciones que hemos lanzado en 2015 y han participado unos 300 familiares. Son muchas jornadas de fin de semana en temas más lúdicos y abiertos a la familia, porque el resto de actividades son dentro del horario de trabajo. Colaboramos con la facultad de Psicología de la Universidad de Valencia y tenemos una herramienta de medición de felicidad, de disfrute en el trabajo, de entrega, de optimismo y lo que hemos observado es que en un año los valores de estas variables han mejorado considerablemente. La gente está aprendiendo a ser más feliz en su trabajo y fuera de él. Esto te hace ser más eficiente. La felicidad del trabajador contribuye a una mayor eficiencia en la empresa, tanto profesional como personalmente.
¿Qué bienestar pueden tener los trabajadores con contrato precario?
Poco o ninguno. Lo primero es el respeto a los derechos de la persona y por eso hay unos principios de responsabilidad social que obligan a respetar unas condiciones laborales dignas. Si abusas de una persona no puedes pedirle que sonría en su trabajo y en su vida. La persona tiene que sentirse reconocida en su aportación de valor y ahí está el bienestar.
¿Ha llegado ya la hora de que las empresas suban el salario de sus trabajadores?
Pienso que sí, claro que ha llegado la hora. De hecho, se está viendo. En el sector químico hemos subido en 2015 los salarios un 1,5 % y lo haremos en un 1,7 % en 2016. La tendencia es positiva.
¿Qué opina del contrato único?
Es complicado recoger en un único contrato todas las necesidades productivas que la industria necesita para adaptarse a su entorno. Hay que tener una mayor flexibilidad.
