Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Opinión | Tribuna

Que te admiren y te respeten por tu equipo

Afrontar el proceso de convertir una idea emprendedora en realidad es mejor si eliges bien. Las buenas elecciones son las que marcan el éxito. La «travesía del desierto», que se prolonga hasta encontrar los canales adecuados de comercialización siempre es más llevadera y tiene más posibilidades de triunfar si cuentas con los componentes adecuados, y uno de los más importantes es el equipo.

Muchas veces tendemos a pensar que para desarrollar un nuevo proyecto emprendedor es importante tener una buena idea. Yo creo que, aún siendo importante, lo es mucho más el tener la capacidad de llevarla a cabo. O, dicho de otra forma, lo más importante son las personas: el equipo humano. Tan importante es que el equipo emprendedor sea bueno en la concepción de la idea, en la teorización, como que tenga capacidades de hacer realidad ese sueño.

El equipo humano, el talento, es clave. Como se suele decir: «strategy is fine, but implementation makes the difference» o como cita José Cabiedes: «Un buen técnico, un buen comercial y uno que les gestione a los dos, ese es el mejor equipo posible».

Tener gente dispuesta a trabajar duro en cada una de sus competencias, con capacidad de análisis y con hipótesis de partida razonables es importante para que el proyecto se pueda realizar, porque las cosas siempre van a salir peor de lo previsto y, para poder desarrollar y sacar adelante el proyecto, es importante que nuestro equipo esté implicado en la idea de negocio. No hay que olvidar que las ventanas de oportunidad son cada vez más pequeñas, la competencia es altísima y el mercado es tan dinámico que una buena idea, incluso bien implementada, puede fracasar si los tiempos no son los adecuados y el equipo tampoco. Si los demás te admiran y te respetan por el equipo que tienes, vas por el buen camino.

Pero, atención, porque esto tampoco sirve de nada sin un ingrediente básico: la pasión. Si no ponemos pasión en nuestro proyecto difícilmente seremos capaces de superar todas las dificultades. Me gusta mucho esa frase que dice: «tenemos un plan estratégico, se llama hacer cosas». Pues, hagamos cosas. Hagámoslas bien. Hagámoslas con pasión, con dedicación, con trabajo duro; sin desfallecer ante los problemas que, sin duda, aparecerán a lo largo del camino. Y si, por el contrario, el tiempo nos demuestra que la idea no era tan buena, seguramente tendremos, al menos, un buen negocio. Pero, si ocurre al revés, si tenemos una gran idea, pero no trabajamos con obsesión en su implementación y con las personas adecuadas, al final no tendremos nada.

Hoy sabemos que todas las grandes ideas no fueron únicas en su momento, en todas hubo personas trabajando simultáneamente en conceptos similares. El equipo es la gasolina que alimenta al proyecto. Es la hoja de ruta que le imprime carácter. Nadie dijo que emprender fuese fácil, pero si mi opinión os vale de referencia, no hay nada más satisfactorio que crear un proyecto en el que las personas son la clave. ¡A por ello!

Compartir el artículo

stats