Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista | Sylvia Andrés

«Necesitamos más cooperación del empresariado»

Sylvia Andrés dirige el Palau de Congressos desde octubre, pero no es nueva en la casa. Llegó casi la primera, en 1998, y ha sido subdirectora los últimos años. Pregona un «estilo diferente» sin renegar al pasado. Defiende el trabajo que en 2010 llevó al recinto a ser el mejor del mundo, con un impacto económico para la ciudad de 950 millones en 17 años. Pide apoyo a los empresarios y que se despoliticen las decisiones en torno a la casa. Pese a la deuda de 1,7 millones (básicamente con proveedores y medio millón con el ayuntamiento), cerrará 2015 casi en equilibrio, con un impacto de unos 66 millones. Parece que lo peor, ha pasado.

¿Cómo esta el Palau?

Me da rabia que se enfoque todo en la deuda. El Palau se construye para ser motor económico y por esos resultados hay que medirlo. Y son fantásticos, porque en 17 años hemos conseguido un impacto de 950 millones para la ciudad. En los últimos años los ingresos se han reducido. La actividad de 2014 y 2015 es espectacular, pero todo el mundo compra más barato. Además, hemos invertido 9,6 millones en 17 años en el edificio. Lo ha hecho el Palacio en nombre del propietario del edificio [ayuntamiento]. Si no hubiésemos hecho las inversiones tendríamos excedentes que nos habrían ayudado a pasar estos años duros. Al ayuntamiento y el Consejo se les ha explicado la situación y están garantizando la viabilidad.

Ha habido críticas de opacidad a la gestión de su predecesor, José Salinas. ¿Va a hacer algún esfuerzo de transparencia?

Mi postura es que independientemente de la dirección anterior, el objetivo es el mismo: buscar negocio y riqueza para la ciudad. Luego hay estilos diferentes. Esto no es mi negocio. Yo soy una persona a la que el Consejo han decidido respaldar, con un perfil profesional. No debo engañar a nadie ni esconder nada. No digo que antes se hiciera.

1,3 millones del presupuesto municipal para 2016. ¿Cree que fue una mala idea prescindir de la subvención municipal?

Un edificio público debe tener como misión generar riqueza para la ciudad pero también ser autosuficiente. De 1998 a 2002, la manera de trabajar era diferente. El ayuntamiento nos daba un dinero a principio de año y nosotros lo devolvíamos mediante la facturación de cliente. Teníamos la tranquilidad de que lo tenías cubierto. En 2002, cuando vimos que nos valíamos, asumimos el reto de ser valientes como para gestionar sin recurrir a ningún euro. Y se consiguió, pero con la crisis vamos viendo que los ingresos se reducen. Otras ciudades optan por regalar las instalaciones o pagan a las sociedades para que vayan. Hay competencia desleal.

¿Haría ahora esa política «valiente»?

Ahora no podemos. Estamos a diciembre y negociamos cosas para enero. Antes de 2009 eso no ocurría. En la situación en que estamos no hay ningún indicio que me diga: vamos a poder con todo. Por tanto la información que traslado al ayuntamiento es: 'Vamos a necesitar ese apoyo'. Es más responsable tener esa aportación y ojalá dentro de tres años no haga falta. Pero la viabilidad del Palacio no puede depender de los resultados.

Ahora mismo el Palau tiene dos retos: conseguir más eventos y ganar rentabilidad. ¿Cómo lo hará?

Principalmente, con el mercado internacional. Si comparamos la propuesta de Valencia con la competencia exterior, somos competitivos. El Palacio es un 10%-15% del presupuesto total de un congreso. No es la partida más relevante. Hay que añadir los hoteles. Y aquí son muy nuevos y competitivos en precios. Hay más guerra de precios entre palacios a nivel nacional. En 2000, el 18% de la facturación era internacional: ahora el 42%-46%.

Y respecto a la rentabilidad. ¿Se va a atrever a subir las tarifas?

No es que las subamos; las mantenemos desde hace años. Lo que queremos es reducir los descuentos. La media de 2015 es el 12%. Solo lo hacemos cuando está justificado que no podemos permitirnos que Valencia deje de tener un evento que genera riqueza y que otra ciudad se lo lleve.

¿Qué le pide a la ciudad, a los empresarios para poder atraer más negocio?

Lo que más necesito es el «lobby» valenciano, que esté orgulloso de la ciudad. Eso ocurre en Barcelona, que es un referente.

¿Y quién es ese «lobby»?

Para nosotros, como Palacio de Congresos, son sobre todo médicos, científicos, investigadores. Luego hay un «lobby» empresarial y para 2016 me marco como reto más cooperación entre el empresariado valenciano y el Palacio. Es verdad que para el tipo de reunión que hacen quizá no es el recinto más adecuado. Pero sí que se nos puede apoyar mucho. Hay mucha convención de multinacionales y se puede hacer fuerza para que vengan. La gente está cansada de ir a Madrid.

¿Qué tipo de congresos acoge el Palau? ¿Hacia dónde quiere llevar el negocio?

El grueso de la actividad son congresos (nacionales e internacionales), y el 80% son médicos. No porque estemos especializados sino porque son los que más mueven. Lo bueno es que la ciudad tiene recintos muy distintos y complementarios. Cada uno se tiene que especializar en lo suyo. Nosotros tenemos algo de actividad cultural, sí, pero no vamos a buscarla. No podemos centrarnos en eso porque hay recintos en la ciudad más preparados.

La Feria, Cacsa, el Palacio. ¿No nos hacemos la competencia a nosotros mismos?

Una cosa es el pasado. Empieza una nueva etapa. En esta época, coincidiendo con cambio de gobierno, de personal en los recintos, existe la predisposición a cambiar y especializarnos. La competencia con nosotros mismos no mejora los resultados para Valencia. Si competimos por el mismo evento que se ha ganado, lo que conseguimos es que ese recinto haga su reunión por un precio más económico del previsto. Es contraproducente. Cada edificio está especializado en algo.

¿Van a unificar tarifas?

No vamos a crear una especie de monopolio y que nadie se pueda bajar. Cada uno tendrá su política, pero homogénea con lo que hay en el mercado. No tiene sentido que Valencia venda a precios que hay en Oviedo.

¿Y qué hay de la ampliación?

Ese tema ya no está. Se paralizó totalmente y tal como está hoy por hoy la situación hablar de ampliación no tiene ningún sentido.

¿Y si la situación remontara?

Se verá. Sinceramente, con lo que hemos vivido en estos años hacer una previsión... Confío que en tres o cuatro años volvamos a las actividades normales. Decir que esto ya está resuelto y en tres años habrá ampliación sería una irresponsabilidad. No lo veo.

¿Cómo vivió aquel debate, con políticos y empresarios divididos?

Eché a faltar que se hubiese preguntado a los usuarios de los palacios. A lo mejor el debate hubiese sido diferente.

¿Se hubiese ejecutado?

No sé qué hubiese ocurrido. A veces falta comunicación. Nos enzarzamos en una discusión y no escuchamos. La decisión de ampliar era en base a unos datos que quizá no supimos trasladar correctamente. Si algún día se vuelve a plantear los usuarios tendrían que participar en la decisión y posible diseño. Algún cliente me llamó para preguntar: «¿con quién tengo que hablar, quieres que haga algo?». Ocurre en general: tomamos decisiones y nos olvidamos de consultar.

Compartir el artículo

stats