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Carmen Serrano: con la buena vida, entre la alimentación y el deporte

La empresaria valenciana, Directora de Relaciones Institucionales y consejera de Cárnicas Serrano, apuesta por incrementar la presencia de las mujeres en los puestos directivos porque «integrando a la mujer, ganamos talento». La empresa de la que es consejera facturó en 2014 más de 60 millones y dispone de un prestigioso equipo de atletismo

Carmen Serrano, ante las oficinas de Cárnicas Serrano en Fuente del Jarro. fernando bustamante

Carmen Serrano disfrutaba de pequeña viendo como sus abuelos, su padre y su tío elaboraban y secaban embutidos en una pequeña tienda cerca de la calle Alboraia de Valencia, allá por los años 60. Cuatro décadas después, aquella humilde carnicería de ciudad se ha convertido en una multinacional de la alimentación que factura más de 60 millones de euros al año y que tiene una filial en el complicado mercado de Cuba. Carmen, que se licenció en Medicina por la Universitat de València, nunca llegó a visitar un paciente ya que reorientó su carrera profesional y es ahora la directora de Relaciones Institucionales y consejera de Cárnicas Serrano, compañía que emplea a más de 300 personas.

La firma tiene sus instalaciones en unos terrenos de 24.000 metros cuadrados en el polígono Fuente del Jarro y ya prepara una ampliación del recinto para seguir creciendo. Sólo el secadero de jamones ocupa una extensión de 6.000 metros cuadrados.

La marca Cárnicas Serrano es conocida en toda Europa por la calidad y la apuesta por los alimentos saludables. En España tiene un plus también vinculado a la «buena» vida. La empresa fundó en 1988 su propio equipo de atletismo, uno de los más prestigiosos de la Comunitat Valenciana, que tiene una línea de apoyo a las carreras populares. En la época del running se han convertido en un referente. Su vinculación con este deporte es tal que llegó a asumir el coste de los derechos de emisión para TVE del Campeonato Mundial de Atletismo de Moscú 2013, ya que ninguna televisión en abierto se quería hacer cargo.

Como relata Carmen Serrano, su padre se vinculó al deporte ya con 52 años, lo que no fue impedimento para convertirse en un referente del apoyo al atletismo en la Comunitat Valenciana. Esa vinculación, junto al apellido, les ha servido para ofrecer una imagen casi mimética entre la familia y la empresa. «La marca Serrano seduce, tenemos un apellido acorde a la empresa», bromea la consejera de la compañía.

Esta directiva está convencida de que la senda que llevan es la que deben seguir y los números así los avalan, con unos beneficios después de impuestos en 2014 de casi dos millones de euros. «Somos una empresa familiar y no queremos dejar de serlo. Recientemente hicimos un homenaje a nuestros empleados que se jubilaban después de treinta años», relata con casi lágrimas en los ojos mientras muestra una foto del equipo que deja la empresa. De hecho, no hay nada más que ver cómo saluda a los trabajadores en el bar de la empresa. A todos les llama por su nombre. En ese comedor se reunen todos los días la dirección (la familia) para compartir uno de los momentos más importantes del día, «el almuerzo». Un buen bocadillo de jamón, Serrano, claro.

Según relatan fuentes de la empresa, la compañía ha apostado «por la fidelización del equipo humano, la seguridad de las personas, la estabilidad laboral y la reducción de la temporalidad, sin que esto último entre en perjuicio de la flexibilidad para adaptarse a las necesidades productivas discontinuas inherentes a su actividad». Y eso en un contexto socioeconómico de incertidumbre. «La política de autofinanciación y de reinversión de los beneficios, por su parte, contribuye a mantener la solvencia y la continuidad empresarial asentada sobre un proyecto de futuro a largo plazo», aseguran las mismas fuentes.

La empresa, que ha sobrevivido sin problemas a la primera sucesión con un crecimiento imparable, también tiene previsto el futuro, los hijos de los actuales directivos, Carlos, Abelardo, Blas y Carmen.

«Estamos preparando a la siguiente generación. Tenemos un protocolo para la sucesión», apunta la directiva, aunque recuerda que como hizo ella sus hijos estudian «lo que quieren». «No les hemos dirigido hacia ningún camino», apunta.

Carmen forma parte de la dirección de la Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia (EVAP). Y es ahí donde marca su sello en la empresa y en la manera de gestionar aunque todavía es escéptica en la ruptura del «techo de cristal» que todavía tienen las mujeres a la hora de llegar a puestos directivos. «La paridad y las cuotas son necesarias porque las empresas se moverían y contarían con las mujeres», defiende. Para Carmen Serrano, «las mujeres hemos recorrido mucho camino pero pensaba que la llegada de la igualdad iba a ser un poco más rápida». «Integrando a la mujer ganamos talento», manifiesta.

Junto a la innovación, la internacionalización es uno de los pilares fundamentales para los planes de futuro de la compañía. Ya en 1991, explican en su dossier de presentación, fue la primera empresa valenciana autorizada por la Unión Europea para exportar sus productos y, desde entonces, su proceso de internacionalización se ha dirigido a los principales mercados de la UE. La internacionalización comenzó principalmente a través de Francia y Alemania y, en los últimos años, además de continuar con la tendencia al alza en estos países, Serrano accedió a mercados del norte de Europa como Suecia y Noruega. Un tercio de las ventas totales de la compañía corresponde a mercados exteriores y la firma con sede en Paterna tiene presencia en las principales cadenas de distribución europeas como Edeka, Intermarché, Leclerc, Auchan, Iceland o Norges Gruppen.

Más de 40 millones de dólares

Cárnicas Bravo, la filial de la compañía valenciana, es la primera industria cárnica hispano-cubana, puesta en marcha por Cárnicas Serrano en 1996. La compañía tiene su sede en La Habana y el destino principal de su producción se halla en el sector hotelero. En el último ejercicio (2014), la firma isleña facturó 40 millones de dólares. El crecimiento de la actividad de la planta se ha basado mayoritariamente en la oferta de productos elaborados congelados en fresco, como hamburguesas y salchichas. Como explica Carmen Serrano, entraron en el complicado mercado de Cuba a través de una misión comercial en la Feria Internacional de La Habana (FIHAV, siglas en inglés). La búsqueda de otros mercados continúa.

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