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La modernidad caduca de los centros comerciales

Cuando hace 40 años abría sus puertas el primer centro comercial (CC) de periferia en Valencia, la ausencia de planificación comercial resquebrajaba el hasta entonces sólido modelo valenciano de comercio basado en la convivencia entre pequeño y gran formato, desplazando los ejes comerciales de los centros de las ciudades a la periferia y rompiendo con el modelo de ciudad mediterránea que nos distinguía e identificaba.

La consecuencia de esa falta de planificación fue una proliferación desmesurada de CC que, camuflada por el calificativo de «moderno» que se otorgaban en exclusiva, en muchos casos respondía a una especulación urbanística más que a una demanda real. Una proliferación diseñada y ejecutada por la iniciativa privada, la única que ha impuesto las localizaciones y los límites al desarrollo comercial.

Esta fórmula de crecimiento provocó la saturación comercial de muchas áreas de nuestro territorio donde, con un ratio de 367 metros cuadrados de CC por cada mil habitantes, superamos el punto de equilibrio de 325 de la UE. Pero lo grave es que haciendo oídos sordos a esta saturación está previsto la construcción en los próximos 4 años de otros 11 nuevos centros comerciales en toda la C. Valenciana, con lo que casi duplicaríamos lo marcado por la UE y elevaríamos nuestro ratio a los 520 m2.

Pero el tiempo pasa y, ya sea porque la oferta homogénea de los CC ya no es una fórmula tan atractiva para el consumidor o porque el comercio urbano ha desplegado sus estrategias de seducción que son muchas, la afluencia de gente ha caído en muchos de ellos y la leve pero incipiente recuperación de ventas que se está notando en otros formatos no se refleja en estos CC, lo que hace cuestionar la viabilidad económica de estos formatos.

No nos podemos permitir más burbujas inmobiliarias, especialmente cuando la CV está saturada de centros y estos muestran síntomas de caducidad. Un nuevo momento político debe marcar una nueva política comercial que procure escenarios óptimos para la convivencia de pequeños y grandes, evitando más saturación con la apertura de nuevos centros comerciales, incluso cuando se trate de herencias de legislaturas anteriores.

Perdamos el miedo a hablar de «regular» el comercio y recuperemos el comercio valenciano y la esencia y estilo de vida de las ciudades mediterráneas.

Secretaria general de la Confederación de Comerciantes y Autónomos de la C. Valenciana (Covaco)

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