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El campo valenciano

El ozono se impone en los almacenes citrícolas

La gestión de residuos en el sector citrícola no es una cuestión baladí para los almacenes de confección de frutas y hortalizas dada la gran cantidad de agua y productos postcosecha utilizados en procesos a los que se somete a frutas y hortalizas una vez recolectadas. En plena temporada naranjera 2015/2016, el contenido de residuos en los agrios es uno de los factores importantes a tener en cuenta a la hora de comercialización para evitar problemas y rechaces de mercancías. Y en medio de la estrecha vigilancia de Bruselas, los tratamientos químicos en los almacenes, en las cámaras de desverdizado o en las líneas de confección pueden jugar una mala pasada en la comercialización de la cosecha.

Según el Ainia „centro de investigación alimentaria de referencia en España, con sede en el Parc Tecnològic„ una alternativa a los fungicidas postcosecha de síntesis es el ozono (O3). Este agente oxidante se usa en el negocio agroalimentario por su enorme potencial y por ser un 52 % más potente que el cloro. De hecho, se utiliza para eliminar microorganismos a través de la oxidación de su membrana celular ya que la mayor parte de esas sustancias patógenas o alterantes son susceptibles a la acción del citado elemento.

Impulso empresarial

A la vista de la situación, empresas tecnológicas dedicadas a la fabricación y comercialización de equipos destinados a la desinfección e higienización de todo tipo de frutas, verduras, hortalizas, carnes y pescados toman posiciones. Es el caso de Gruper O3 Equipos y Sistemas S.L, una empresa puesta en marcha hace tan sólo tres años y con una constante evolución del negocio desde su planta de Carlet. La mercantil puesta en marcha por Eduardo Pérez Paniagua, administrador de la compañía familiar, asegura que el sector citrícola necesita realizar tratamientos postcosecha para evitar la acción de mohos en la fruta.

Los tratamientos tradicionales se están combinando con las nuevas tecnologías para reducir costes y cumplir las cada vez más exigentes normativas europeas. Por ello, es necesario plantearse ampliar métodos ante los controles de los diferentes países de la UE y que sigue de cerca la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria que en no pocas ocasiones, según denuncian las organizaciones agrarias, hace la vista gorda con las importaciones de terceros países „sobre todo de Marruecos„ que superan con creces lo niveles de residuos tolerados. De hecho, el agua del proceso de lavado con el empleo del ozono puede ser reusada, con lo que disminuyen los costes de operación y el impacto ambiental de los efluentes. Debido a los residuos que se generan con otros métodos convencionales y las tendencias que se están imponiendo en Europa, el uso del ozono puede ser una buena alternativa.

Gruper O3 Equipos y Sistemas S.L., fundada por el citado ingeniero siguiendo de cerca los consejos de su padre, Miguel Ángel Pérez Galán „empresario con amplia experiencia en el sector, también ingeniero industrial y antiguo propietario y fundador de la empresa Roda Packing„apuesta por el uso de las tecnologías basadas en el O3 porque no genera residuos ni subproductos y aporta reducción de costes de explotación a los almacenes hortofrutícolas. Esta mercantil agrupa a profesionales con más de tres décadas de experiencia en el sector y lleva a cabo diversas actividades de investigación, desarrollo e innovación, tanto en aplicaciones de aire como de agua. Ha realizado más de 60 instalaciones y empezado a exportar a Turquía, Italia, Francia y Perú, entre otros países. «En todos nuestros procesos aplicamos siempre tecnologías limpias que no generan ningún tipo de residuo, tanto en aire como en agua», resalta Eduardo Pérez.

Y, es que, tras la recolección, las frutas y hortalizas, al ser productos perecederos, sufren un proceso acelerado de envejecimiento y degradación, caracterizado por un empeoramiento del estado físico (deshidratación, pérdida de peso, arrugamiento, cambio de color o podrido) unido a una pérdida de propiedades organolépticas y nutricionales debido al metabolismo del propio fruto.

Además, la empresa de Carlet aplica las nuevas tecnologías a los sistemas de riego con el objetivo de purificar el agua que se usa para regar, así como para desinfectar el interior de los sistemas de riego por goteo en los campos de cultivos de frutas y hortalizas.

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