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La agricultura ecológica pide paso

La consellera de Agricultura, Elena Cebrián, se ha reunido recientemente con los máximos representantes del sector agrario valenciano para fijar líneas de trabajo durante los próximos meses y poner en marcha un plan de modernización del campo a través de una estrategia sostenida sobre seis ejes. Entre otros aspectos quiere reformar la ley del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), mejorar las estructuras de producción y comercialización e impulsar los Planes de Desarrollo Rural (PDR) hasta 2020. Además, arrancará el llamado Plan de Acción de Producción Ecológica en un momento en el que este tipo de actividades, de nuevo, han experimentado un crecimiento importante en la Comunitat Valenciana durante el pasado año, tanto en superficie como en número de operadores.

El crecimiento constante de la agricultura ecológica en la Comunitat Valenciana a lo largo de estas últimas campañas y el hecho de que las medidas de apoyo se incluyan en el Programa de Desarrollo Rural «resulta positiva y atractiva para incentivar la conversión de cada vez más hectáreas de cultivos convencionales en otros más respetuosos con el medio ambiente», asegura el presidente el presidente del Comité de Agricultura Ecológica de la Comunitat Valenciana (CAECV), José Antonio Rico. En la actualidad, es la sexta autonomía con mayor superficie destinada a este tipo de agricultura de toda España y la tercera, en volumen de productores.

Por cultivos, los que más han crecido son la viticultura, fundamentalmente en la comarca de Utiel-Requena y los cítricos, sobre todo por los limones de la provincia de Alicante. Las estadísticas de 2015 del citado organismo muestran un notable tirón del número de operadores (agricultores, ganaderos, empresas e importadores) de algo más del 8 % en 2015 respecto al año anterior. De 2.078 operadores inscritos en esta entidad en 2014 se ha pasado a 2.251 en 2015. Además, ha crecido la superficie dedicada a esta producción en más de un 6 % pues en 2014 había 69.208 hectáreas censadas y en 2015 se ha llegado a 73.656 has.

Según Rico, «este pasado año casi trescientos productores decidieron convertir sus explotaciones o parte de ellas en producción ecológica, lo que constata una apuesta importante y el sector espera un apoyo decidido por parte de la administración autonómica en materia de ayudas, formación y asesoramiento para que sus explotaciones terminen siendo rentables». La actividad empresarial también creció con 51 nuevas solicitudes de firmas y 9 importadores más. En su opinión, esta actitud demuestra que es «un sector económico importante porque hay una creciente demanda de este tipo de productos en Europa. España y la Comunitat Valenciana, en particular, deberían incentivar el consumo de alimentos ecológicos más respetuoso con el medio ambiente y la salud humana», agrega.

La agricultura ecológica «está viviendo el mejor momento de consumo» de estas campañas precedentes, si bien Rico reconoce que necesita llegar a mas consumidores. La agricultura ecológica ya es una opción económica real de los agricultores valencianos, aunque tan sólo representa el 2 % de la producción total y alrededor del 7 %, de la superficie total. La provincia de Castelló es donde más ha crecido el número de operadores con un 14 %, seguido de Valencia con el 9 % y Alicante, con un 4%. Por otro lado, también destaca el crecimiento de la empresas ecológicas en un 8% y sobre todo, el de los importadores, con más de un 24 % en el año 2015 respecto al anterior. Mientras tanto, la ganadería ecológica ha mejorado un 8 % pero sigue siendo muy limitada respecto a la agricultura, aunque cuenta con un enorme potencial de cara al futuro.

Para la la Unió de Llauradors, la apuesta por la producción ecológica en la Comunitat Valenciana debe ser «transversal» y no única por parte de la Conselleria de Agricultura. En este sentido Ramón Mampel, secretario general de la citada organización del campo, indica que el apoyo a la agricultura ecológica es «algo más» que un mero cambio de cultivo. «Se trata de un cambio productivo, de un cambio de vida por una alimentación más saludable y respetuosa con el medio ambiente y, también, de una defensa ante el cambio climático que debe apoyarse desde la etapa educativa», puntualiza.

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