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El informe

Las economías latinas pisan el freno

La caída del petróleo y las materias primas, el alza del dólar y el parón de China lastran el crecimiento de Sudamérica y México

Las economías latinas pisan el freno fernando bistamante

Los empresarios valencianos que apostaron por Latinoamérica para superar la crisis ven con preocupación el parón de las economías de la zona aunque creen que «no es una situación alarmante». Los tres motores que han impulsado la economía de los países sudamericanos emergentes en los últimos años se han parado: han caído los precios de las materias primas y el petróleo; la economía china, con vinculos muy fuertes con países como Chile, registra el menor incremento en los últimos 25 años; y el crecimiento del comercio mundial ha descendido del 7% al 2%. Los directivos inciden en que hay que diferenciar entre México y Colombia, y el resto de países. El gran problema de Latinoamérica es que Brasil (segundo polo de inversión valenciano tras México) está sumido en una profunda depresión. El FMI prevé que el PIB de Brasil (un país con 200 millones de consumidores) va a caer este año un 3,5%.

El problema común para los países emergentes sudamericanos es la evolución de la economía china, hasta ahora consumidora neta de materias primas como el cobre, el acero o el petróleo. La segunda economía del mundo se está estancado conforme las autoridades chinas tratan de pasar de un modelo económico dependiente de las exportaciones y el crédito a otro más sostenible cimentando en el consumo. Países como Chile van a pasar de un crecimiento del 4,2% en 2013 a poco más del 2% en 2016.

Juan Cámara, presidente de Torrescámara, describe con precisión desde la experiencia de su empresa la situación global. «Nosotros estamos presentes en Chile, Perú, Colombia, México, Uruguay y Paraguay. En la zona sur, estamos notando ajustes por la caída del precio de las materias primas y la influencia de China. En la zona norte, la bajada del precio del petróleo se nota en México y en menor medida en Colombia. En cualquier caso, la situación no es para alarmarse. En concreto, Chile, Perú y Colombia se están ajustando bien».

Vicente Mompó, director del departamento de internacional de Cámara Valencia, coincide con Juan Cámara en que no se puede generalizar en América del Sur porque cada país tiene su propia idiosincrasia. Mompó destacó la importancia estratégica de México como puerta de entrada para las empresas valencianas en Estados Unidos por el tratado de libre comercio que también incluye a Canadá. «Les afecta el precio de las materias primas, pero cogerán fuerza en cuanto repunte el petróleo. México es un país estratégico para las empresas valencianas. Allí están instaladas compañías como Industrias Ochoa, el Grupo Dominguis o Istobal». Pese a todo, otras fuentes empresariales destacaron que México tiene problemas políticos graves como los escándalos de corrupción.

Colombia también apostó por el petróleo tras encontrar yacimientos junto a la frontera con Venezuela. «Confiaban en ese petróleo y ahora están reestructurando la economía. El problema es que se han visto obligados a frenar grandes inversiones», alertaron las mismas fuentes. Mompó admitió que a Colombia sí le afecta el problema de las materias primas, pero insistió en que es un mercado en reconstrucción y con futuro.

Las materias primas subieron casi un ochenta por ciento entre 1999 y 2001 y han caído en los últimos meses de forma abrupta. Un país en el que está incidiendo especialmente este problema es Chile. Pere Palés, directivo de empresas y experto en el mercado chileno, asegura desde allí que «el cobre, el tesoro de Chile, está hoy en mínimos históricos». Palés considera que Chile tiene que plantearse en serio cambiar su modelo productivo. «El desarrollo incipiente de las energías renovables, el replanteamiento de las reformas estructurales y una renovada política turística son un ejemplo de los retos que Chile tiene que asumir dentro de una nueva era postcobre». El directivo asentado en el país andino asegura que a pesar de todo «Chile sigue siendo un país de oportunidades para las empresas valencianas. Es un mercado pequeño pero muy competitivo, y con un nivel de seguridad jurídica, bancaria y política sin comparación en Latinoamérica».

Los economistas coinciden en que países como Chile, Perú o Uruguay van a pasar de tener crecimientos del cinco por ciento a otros cercanos al dos o al tres por ciento. «Van a seguir creciendo aunque lo hagan a un ritmo más lento porque fiscalmente están bien, no tienen una deuda pública exagerada y los déficits comerciales no son como en Europa», apuntó Vicente Mompó. El responsable del comercio internacional de la Cámara está convencido del gran potencial de Sudamérica a largo plazo porque «es el único continente que no tiene guerras y dispone de una gran riqueza en materias primas, que son finitas y acabarán subiendo».

Los expertos descartan cualquier tipo de opción de inversión en países como Venezuela, que este año está previsto que pierda un 8% del PIB. Venezuela cerró 2015 con una tasa de inflación entorno al 275% y el Fondo Monetario Internacional prevé que este año crezca un 720%. Argentina es otro país que económicamente está destrozado, pero los empresarios valencianos confían en que la situación cambie con el nuevo Gobierno de Macri. «No se sabe dónde va a ir a parar Argentina, pero a peor no puede ser. Lleva décadas desparecida y generando una gran inseguridad como pasó con la nacionalización de Repsol», añadió Vicente Mompó.

Brasil iba a ser la gran locomotora del continente esta década, pero la economía está lastrada por la burocracia, el proteccionismo y un complejo sistema fiscal. Una de las compañías valencianas que sí que ha apostado decididamente por el país es GH Electrotermia, que lleva 16 años en el país a través de su filial GH Induçao do Brasil. Vicente Juan, director general de GH Electrotermia desgranó los problemas del país. «Brasil está en recesión. Tiene problemas políticos, de corrupción, de caída del precio de las materias primas y una inflación desbocada. Yo creo que el país empezará a recuperarse una vez pasen las Olimpiadas. Este año va a ser negativo»

El directivo cree que no es un buen momento para que las empresas valencianas exporten a Brasil. «Como la economía brasileña no va bien, no tiene capacidad económica de compra. No es un mercado para introducir, aunque el que está ya allí tiene que permanecer sí o sí. Yo creo que la situación va a mejorar después de las Olimpiadas. Todo el mundo decía que el país crecería hasta los Olimpiadas, pero va a ser al revés. Ya hemos pasados dos años muy malos „2014 y 2015„ y este año sigue la crisis». El experto ve como efectos esperanzadores que Colombia, Perú y Chile crecen, y Brasil es la economía más grande de Sudamérica y está conectada con el resto. «Brasil depende del mercado del precio de las materias primas y eso tiene que recuperarse. Brasil es importante porque es la primera economía sudamericana y tiene doscientos millones de habitantes», subrayó.

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