Mientras las cuentas de Repsol, BP o ExxonMobil sufren el desplome del petróleo en los mercados internacionales durante estos últimos meses y el negocio energético vuelve a primer plano en los equilibrios macroeconómicos por las exportaciones desde Irán, esa caída no afecta en proporción semejante al precio de los combustibles. En ese contexto, el gasóleo agrícola no baja todo lo que debiera y las organizaciones del sector AVA-Asaja, Unió de Llauradors, Coag y UPA denuncian los elevados costes y se preguntan por qué las subidas del precio del oro negro repercuten de manera casi inmediata en el gasóleo y no así los descensos ni en el mismo porcentaje. Además, demandan medidas fiscales que aligeren sus cargas en la explotaciones de la Comunitat Valenciana.
El precio medio ha pasado de los 0,30 euros por litro de 1999 o los 0,40 euros de 2002 „año en el que empezó su escalada„ hasta casi el euro (0,99 euros) en 2012. La media de 2015 quedó en el entorno de los 0,72 euros. A la vista de la situación, la Unió de Llauradors sostiene que las autoridades de Competencia deberían intervenir de oficio ante este tipo de situaciones e investigar para descartar que es estén realizando prácticas prohibidas en la coordinación de los precios de carburantes; algo sobre lo ya han sido sancionadas en el pasado reciente varias firmas de entre las más importantes distribuidoras de combustibles en España.
Los impuestos sobre el combustible, cuyos componentes son el Impuesto Especial de Hidrocarburos y el IVA, representan una proporción significativa del precio; porcentaje que, además, ha crecido en este último período desde un 26 % del precio en poste en agosto de 2014, hasta un 32 % este mes de enero. De estos tributos se aplica una devolución extraordinaria sobre el Impuesto Especial de Hidrocarburos que se mueve en el entorno de los 90 millones de euros anuales (según último dato publicado por la Agencia Tributaria), en contraposición a los alrededor de 730 millones de euros que el Estado podría haber recaudado en el último año en concepto de IVA.
«Los precios no se trasladan al sector»
«Si se descuentan los impuestos, la cotización del gasóleo agrícola habría descendido un 44,8%; aún 11,6 puntos menos que el petróleo», puntualiza el secretario general de la Unió de Llauradors, Ramón Mampel. «Consideramos que se deberían tomar medidas al respecto ya que la coyuntura de los precios del petróleo no está siendo trasladada, ni por las petroleras en precio de suministro, ni por el Gobierno a través de menores impuestos, al conjunto de los consumidores. Particularmente „agrega„ a los agricultores, para quienes el coste del gasóleo agrícola representa un input productivo importante en las cuentas de sus explotaciones». También denuncia que la industria del combustible mantiene sus conductas habituales de repercutir de manera «inmediata» los incrementos de la materia prima y de retener en sus márgenes de beneficio los recortes en las cotizaciones del crudo.
Una entidad que toma la delantera
Ante ese panorama, la actividad de las red de casi noventa gasolineras de Coarval „cooperativa de segundo grado implantada en la Comunitat Valenciana„procura mitigar el impacto de los costes energéticos, impuestos por las grandes multinacionales. El 55% de las gasolineras y postes de servicio de gasóleo B gestionados por cooperativas de Coarval están situados en localidades de menos de 5.000 habitantes. Por tanto, en muchas ocasiones son el único punto de suministro disponible en la zona. «Más allá de la cuestión de la rentabilidad está el servicio que se presta tanto a los socios de las cooperativas en particular como a los habitantes de zonas en las que se ubican estos puntos de servicio en general», aseguran fuentes de Coarval.
Estas entidades de la economía áreas ofrecen un servicio necesario en zonas donde, por las condiciones del entorno, otra clase de empresas no va a implantarse. Coarval pretende seguir haciéndolo, reforzando con ello el carácter social asociado a la prestación del servicio. Respecto a la expansión de la red de gasolineras, la entidad cooperativa comenta que, al menos por el momento, «no existen objetivos cuantitativos en cuanto a la expansión de la red, si bien siempre tenemos la puerta abierta para trabajar junto a nuestras cooperativas socias en función de sus necesidades, de las de sus socios y de las de las poblaciones en las que se asientan».
