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Historias de empresarios

Lucía Egea, entrenadora de emprendedores

Lucía Egea, en el Centro Universitario EDEM. Daniel Tortajada

Educada en la cultura del esfuerzo, Lucía Egea ya ha corrido tres maratones „aspira a competir este año en el de Nueva York, previsto a finales de 2016„, practica el esquí, vuela en parapente, salta en paracaídas y ha coronado la cima del Mulhacén, el pico más alto de la Península Ibérica. Le gustan los deportes de riesgo. De casta le viene al galgo. También toca el piano. «La práctica deportiva de los maratones me viene de familia pues mi padre, de 69 años de edad, ya ha realizado cuarenta. Otros familiares, incluido su padre y una hermana, también son corredores de fondo», explica la directora general del Centro Universitario EDEM desde una de las salas de reuniones de la escuela con vistas a la dársena interior del puerto de Valencia.

Esta maratoniana, con más de 17 años de experiencia internacional en finanzas, auditoría, estrategia y operaciones, sostiene que las carreras de fondo «son válvulas de escape ideales para afrontar una vida tan ajetreada como la actual». Después de muchas horas de entrenamiento Egea ha sido capaz de recorrer los 42,195 kilómetros en 3 horas y 45 minutos. «En la maratón de 2012, en Valencia, en el kilómetro 39 empezaron a saltarme la uñas de los pies... Crucé la meta sin zapatillas, descalza y me tuve que pegar trozos de cinta aislante en los dedos», recuerda de su primera carrera de largo recorrido pisando el asfalto de las calles de la ciudad del Túria.

Madre de familia y con dos hijas, la directora general de EDEM desde el curso 2012/2013 atesora amplia experiencia profesional en diversas áreas de gestión de grandes empresas como Red Bull, Aventis Pharma AG, BellSouth o Telefónica Móviles, entre otras. Egea cuenta con a Licenciatura en Administración y Dirección de Empresas (premio extraordinario de carrera) de la Facultad de Economía de la Universitat de Valencia, donde todavía recuerda las clases del otrora decano y actual conseller de Hacienda y Administraciones Públicas de la Generalitat Valenciana, Vicent Soler: «Te hacía pensar», puntualiza.

Con todo, no se limitó a tomar apuntes y asistir a clase durante su etapa de formación universitaria. Pronto cogió las maletas. Amplió estudios en Hertfordshire University, ubicada en un condado del interior en el sureste de Inglaterra. «Allí aprendí lo importante que resulta hablar en público, una habilidad básica donde los centros anglosajones van por delante», indica. «¿Tienes traje? „me preguntaron los profesores„, pues mañana expones en el auditorio», recuerda la principal directiva de EDEM.

McDodald's y Red Bull

Egea encontró su primer trabajo en Dublín como empleada de McDonald's, una estancia que aprovechó, por supuesto, para ampliar sus conocimientos de la lengua de Shakespeare. Además, se incorporó poco tiempo después al área de marketing de Red Bull en Reino Unido, donde promocionaba la conocida marca de bebidas energéticas a través de eventos deportivos.

Obtuvo el grado en Economía y entró de lleno en el mundo de la auditoría a finales de los años noventa de la mano de Arthur Andersen, entonces una de las cinco grandes auditoras del mundo, hoy integrada en España a través del despacho Garrigues tras la disolución de la multinacional estadounidense. Antonio Noblejas, a la sazón actual director general de la Escuela de Empresarios EDEM, fue su primer jefe. «Después de seis meses auditando empresas azulejeras y cajas rurales en comarcas de la Plana me llamaban la 'reina' de Castelló», recuerda Egea de aquella etapa. Del mundo de la auditoría de Castelló pasó a Barcelona, donde conoció de cerca las cuentas de grandes grupos hoteleros. Y de allí a Francfort, a la multinacional de salud Aventis Pharma AG.

Y la vida siguió dando muchas vueltas. En 2003, por motivos familiares, se mudó a Perú, donde trabajó varios años en Lima, primero en Bell South y luego, en Movistar, la firma española que acabó absorbiendo la teleco sudamericana. «El cambio de cultura empresarial fue tremendo tras la fusión de ambas compañías», comenta Lucía Egea. Allí, antes de la integración, fue responsable del 100 % de las compras, importaciones, gestión de inventarios y distribución, con un equipo de 35 personas.

«Hay que ver mundo», recomienda

«¡Hay que ver mundo para luego volver a casa!», asegura una década después de volver a su Valencia natal. Antes de desembarcar en EDEM recaló, en septiembre de 2007, como profesora asociada del Instituto de Empresa (en Madrid) tras cursar el Executive MBA. También tuvo tiempo para aprovechar los vientos de la Copa del América y convertirse en la directora financiera del equipo germano Deutsche Challenge. «¡Qué pena, quedó el penúltimo clasificado en la competición!», lamenta. Fue responsable del control, compras, gestión de proveedores, tesorería, contabilidad, fiscal y laboral de un equipo donde pagaba 600.000 euros en nóminas cada mes. «La America's Cup es otro mundo. ¡Las cifras son astronómicas!», explica.

«EDEM es una apuesta de futuro que no deja de crecer. Un proyecto maravilloso que promovió Juan Roig [presidente de Mercadona] que quiere formar empresarios para el futuro y devolver talento e iniciativas a la sociedad que generen empleo y riqueza. Intentamos formar futuros profesionales y dotarlos de las máximas habilidades. ¡Que salten al gua y no tenga miedo!», precisa. Otro eslogan que transmite a sus alumnos es: «No digas nada que no vas a hacer».

La escuela ya imparte dos grados, uno en Administración y Dirección de Empresas (ADE) y otro, en Ingeniería y Gestión Empresaria. Ya cuenta con 230 alumnos (el 10 % de fuera de la Comunitat Valenciana), a los que hay que añadir los de la Escuela de Empresarios, donde pasan unos 1.000 profesionales cada año. El equipo de gestión que dirige Egea aglutina 25 personas, de las que 21, son mujeres.

«¿Cuotas femeninas?»

«¿Cuotas femeninas en el mundo de la empresa, la economía o la política? Soy partidaria „indica sin ambages„ de la meritocracia. Que manden los mejores, sean hombres o mujeres». Dicho lo cual, puntualiza que las «mujeres siguen teniendo menos opciones que los varones» y que «la conciliación de la vida profesional y familiar continúa siendo una asignatura pendiente». Recuerda que cuando trabajó en Alemania, con 25 años, se dio cuenta de que «las mujeres tenían las mismas ventajas que los hombres. Sin duda, es un país que va por delante de España», destaca.

Respecto a la situación económica, Egea reconoce que existe una fractura generacional y que los empresarios y directivos del futuro tendrán que «luchar mucho» por sacar adelante sus proyectos. Y reconoce que la marca «España», así como «Valencia», a raiz de la corrupción, «se han deteriorado y tendrán que posicionarse mejor en los mercados internacionales».

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