La tecnología revolucionaria de la realidad virtual tiene un gran potencial para las retransmisiones de fútbol o de conciertos de música porque sitúa al espectador en el estadio. Edgar Martín-Blas recordó que hace treinta años ya se experimentaba con esta tecnología, pero se desechó porque «no engañaba al cerebro». Ahora «sí permite experiencias inmersivas» y gafas como la de Oculus dejan asombrados a las que las prueban.
