Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Opinión | Tribuna

El ahorrador ha muerto...

El camino hacia la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro»

El camino hacia la riqueza depende fundamentalmente de dos palabras: trabajo y ahorro». Todos tenemos el típico amigo utiliza (o abusa, en algunos casos) frases hechas para argumentar sus puntos de vista. Comentábamos hace unos días la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de dejar los tipos de interés a cero y, en un momento dado, llegó la frase recurrente: «El camino hacia la riqueza€». El comentario forma parte esas frases manidas que, de tanto utilizarlas, se convierten en carentes de cualquier interés. Sin embargo, en esta ocasión, la frase me dio que pensar y se quedó dando vueltas por mi cabeza. ¿Es verdad que el camino hacia la riqueza depende del trabajo y el ahorro?

Riqueza

Es cierto que la riqueza puede estar ligada a otros conceptos: herencia, emprendimiento, azar€, pero, normalmente, la manera de conseguir una situación más o menos equilibrada en las finanzas familiares tiene mucho que ver con el trabajo y, de igual manera, con el ahorro planificado a largo plazo. Pero mi curiosidad seguía buscando respuestas y haciéndose preguntas: ¿el ahorro puede garantizar el equilibrio futuro en una situación de tipos de interés al 0%? Es cierto que, hasta hace poco, había un amplio catálogo de productos en cualquier entidad financiera que permitía hacer crecer los ahorros, simplemente así, ahorrando. Los depósitos bancarios remuneraban en porcentajes que permitían saltar con tu dinero de entidad en entidad sin tener que plantearte nada más. Hoy esto no es posible, y ni los depósitos ni las cuentas son productos adecuados para el ahorro porque cuesta dinero mantener el dinero.

Inversión

¿Qué hacer entonces? Desde mi punto de vista, no solo hace falta trabajo y ahorro en el camino hacia la riqueza. A la frase hecha que comentábamos anteriormente habría que añadir también la inversión. El ahorrador no puede solo ser ahorrador (o perderá dinero), hoy día debe ser también inversor si quiere planificar un futuro tranquilo. Esto no significa que los ahorradores que antes buscaban el depósito más rentable tengan que dedicarse ahora a invertir como quien juega a la ruleta en el casino. Invertir implica contar con la opinión experta de un asesor que nos ayude a planificar.

Él nos ayudará a entender cómo queremos ahorrar, para qué y cuánto vamos a ahorrar€ y cómo hacerlo de la forma más adecuada para cumplir con esos objetivos de ahorro a largo plazo que todos tenemos. Parece una incongruencia pero, pensándolo bien, solo se puede ser ahorrador dejando de serlo y pasando a ser inversor. O lo que es lo mismo, el ahorrador ha muerto, viva el inversor.

Compartir el artículo

stats