Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Opinión | Desde el campo

Manías

El 16 de marzo compareció en las Corts el presidente del Comité de Agricultura Ecológica de la C. Valenciana para explicar la situación actual del sector agroalimentario ecológico

El 16 de marzo compareció en las Corts el presidente del Comité de Agricultura Ecológica de la C. Valenciana para explicar la situación actual del sector agroalimentario ecológico. Es el lugar idóneo para una comparecencia como ésta pues se trata de un sector transversal y los diputados de esta Comisión son las que deben impulsar cambios legislativos y mejorar la normativa de una agricultura que paga por hacer bien las cosas.

Las organizaciones agrarias, de las que forman parte la gran mayoría de los integrantes del CAECV, tenemos y debemos exponer nuestra visión del campo valenciano y las propuestas de mejora en las Corts, pero entendemos que debemos hacerlo en otro órgano, en el Pleno. Hablamos de un sector estratégico para nuestra economía como para que sean todos, los 99 diputados, los que escuchen la voz del campo y no únicamente una representación de cada grupo que forman la Comisión de Agricultura.

Dicho esto pienso que hay que dar una oportunidad a un nuevo modelo de agricultura. Tras 20 años con libros blancos, foros agrarios y planes millorar que se dedicaron en exclusiva a la agricultura llamada convencional y que no han llevado al agricultor y ganadero a otro sitio que no sea la ruina, desde LA UNIÓ no vemos una amenaza que la Conselleria quiera incrementar la superficie de producción ecológica hasta el 20%, más bien lo vemos como una oportunidad porque se trata de un modelo agrario con un extraordinario recorrido en ventas, tanto a nivel autonómico, como estatal y, sobre todo y particularmente, europeo.

Somos conscientes que va a ser difícil llegar en el 2020 al objetivo establecido por la administración autonómica, pero la obcecación de los distintos gobiernos durante los últimos lustros en hacer las mismas políticas, si es que existía alguna política agraria, sin rumbo y sin objetivo claro, no nos ha llevado más que a estar prácticamente en la cola de los profesionales agrarios españoles en renta, en innovación e investigación, en estructuras productivas y comerciales, y en todo aquello que se considera un avance sobre todo para los agricultores de pequeño tamaño como son los valencianos. Y ante una oportunidad cierta, porque, no lo olvidemos, la agricultura ecológica es la tendencia en consumo europeo y en legislación comunitaria, y por ello no podemos dejarla pasar. No debemos olvidar que el Consell debe seguir teniendo la imaginación necesaria para legislar y mejorar la situación de todos y cada uno de los agricultores y ganaderos profesionales valencianos, independientemente del sistema productivo por el que apueste.

Quizás el camino ecológico, a pesar de que aporte soluciones a los problemas de rentas, de medio ambiente o de salud de nuestros territorios, esté siendo ya recorrido por otros Gobiernos con más acierto y premura. Pero hay que ser valientes e intentarlo, al menos para que no nos digan que fue por nosotros. Somos conscientes de que ya hemos perdido demasiados trenes, precisamente por esa manía en no buscar otras posibilidades a nuestro sector.

Compartir el artículo

stats